La revista Forbes señala que estas rocas son el bien tangible de inversión que más se ha revalorizado en los últimos quince años
NAVATEJERA (LEÓN), 30 (EUROPA PRESS)
José Vicente Casado, leonés, es probablemente el mayor experto en meteoritos de toda España, en parte porque desde hace 15 años se dedica a recoger asteroides que se estrellan contra la tierra en lugares de todo el mundo. El más grande que posee pesa unos 600 kilogramos, pero son las pequeñas rocas de origen lunar las que mayor valor monetario pueden alcanzar.
Casado comenzó trabajando como arqueólogo en Estados Unidos, una labor que no ha apartado del todo, ya que elabora réplicas de fósiles de dinosaurios para museos españoles, pero fue la fascinación por los meteoritos la que le llevó a ocuparse también de este ámbito. "Estas rocas son algo increíble, no solo por sus vínculos por la ciencia sino porque los hombres han estado históricamente fascinados por ellas", aseguró, en declaraciones a Europa Press.
El mundo de los "cazadores" meteoritos cuenta con cierta "leyenda" que le equipara a otras épocas de buscadores de oro o de tesoros arqueológicos. Casado relató que hay cierta "historia negra" entre estos personajes, ya que hace unos años una disputa por un meteorito caído en Rusia acabó con un asesinato.
Pero éstas historias corresponden más a lo que Casado califica de "furtivos", los buscadores de meteoritos que buscan principalmente lucrarse con la venta a instituciones museísticas o a joyeros de rocas extraterrestres. De hecho, el propio José Vicente recuerda que según la estadística de la revista Forbes, los meteoritos "son el bien tangible de inversión que más se ha revalorizado en los últimos 15 años".
Como explica el 'cazameteoritos' leonés, los meteoritos más "baratos", los de características metálicas pueden tener un valor de "80 ó 90 euros el kilo". Desde ahí, pueden ir ascendiendo como en el caso de las condritas, meteoritos metálicos con partículas de agua y carbono que forman en su interior peculiares dibujos y cristalizaciones, y los de origen marciano, hasta los más caros que, según Casado son los de origen lunar; pequeñas rocas desprendidas del satélite que, tras caer a la tierra, su valor puede superar los 1.500 euros por gramo.
José Vicente Casado defendió que, en su caso, el motivo de la búsqueda reside en el interés científico por encima del monetario. "Desde pequeño me interesa la ciencia y hoy me parece algo fascinante. Los meteoritos tienen un interés científico muy por encima de cualquier otro interés", señaló José Vicente, quien lamentó que "a la gente le interés más cuanto valen o si te puede caer uno en la cabeza".
Del interior de un meteorito, que suelen cortarse con láser en láminas para analizar su composición, se puede conocer "cómo se formó el sistema solar, la tierra o la vida o cómo ha funcionado el universo desde hace millones de años". El propio Casado atesora rocas que en su interior tienen componentes que "se sabe que proceden de la explosión de una supernova externa al sistema solar".
ALQUILER A MUSEOS
Entre su colección, probablemente la más extensa de toda España, José Vicente cuenta con una pieza de unos 600 kilos que recogió en Uruguay y que actualmente se encuentra expuesta en un museo de Palma de Mallorca a cambio del un alquiler. Pero este buscador de meteoritos está en permanente movimiento llevando sus piezas a instituciones científicas y museísticas de Alemania, Francia o Estados Unidos.
La búsqueda de meteoritos es, como la definió José Vicente Casado, "descorazonadora" ya que los cazadores se pasan varios días "sin encontrar nada". Cuando cae un meteorito y atraviesa la atmósfera --lo que se conoce como bólido-- se puede ver un resplandor "que brilla más que la luna o casi tanto como el sol durante décimas de segundo".
"Recopilamos los datos de la zona donde ha caído y de la gente de instituciones científicas con las que colaboramos podemos determinar el área en la que ha podido caer", explicó el 'cazameteoritos', que indicó que "a la gente que desconoce el tema" los meteoritos le pueden parecer "rocas negras", pero que él, después de más de diez años observándoles los identifica "de un vistazo".
Todo este "efecto llamada" se pudo ver en España hace un mes en Castilla-La Mancha, o en enero de 2004 en Villalbeto de la Peña, donde cayó un bólido de 300 kilos del que José Vicente y sus compañeros de la Asociación de Astronomía de León pudieron recuperar varias piezas de cientos de gramos de peso.
Ahora mismo, las pequeñas rocas extraterrestres se encuentran en museos de León o de Valladolid y, los que José Vicente aún posee, asegura que podrían valer en el mercado 16.000 euros. Por ello, el experto en meteoritos, se mostró "sorprendido" porque las autoridades de Castilla y León apenas se hayan interesado por un fenómeno extraordinario. "La Nasa y la Agencia Espacial Japonesa se gastan cientos de millones en tomar muestras de meteoritos en el espacio y aquí nos cae uno y casi pasamos de él", criticó.
CAZADORES FURTIVOS
Incluso José Vicente advirtió de que en la localidad palentina, durante los meses posteriores a la caída del meteorito de Villalbeto, se concitaron varios buscadores "furtivos" de todo el mundo, algo que Casado calificó de "negativo pero útil para la ciencia", porque afirmó que si los furtivos no se hubieran interesado en la búsqueda "estarían perdidos para siempre"
"En España ningún museo recopilaba estos objetos y por eso trate de recopilarlos yo", recordó José Vicente Casado, quien insistió que en Estados Unidos existe mucho mayor interés en estas rocas. "Los datos dicen que en Estados Unidos se encuentra 20 veces más meteoritos que en toda Europa, sobre todo porque allí quien lo encuentra tiene derechos sobre la roca", apuntó el 'caza tesoros'.