MADRID, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -
La vicesecretaria de Estudios y Programas del PP y parlamentaria catalana Andrea Levy ha pedido este lunes al presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, que convoque nuevas elecciones o que busque otras "aritméticas parlamentarias" que le permitan gobernar y abrir "un nuevo escenario" renunciando a sus planes independentistas.
En declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press, Levy ha expresado su "profunda tristeza" por la situación de Cataluña, después de que la Asamblea Nacional de la CUP no se pronunciase este domingo sobre si investir o no presidente Artur mas --partidarios y detractores empataron en votos--.
Levy ha lamentado la "humillación" a la que, a su juicio, Mas ha sometido a la institución con tal de mantenerse en el poder y seguir con su "delirio independentista" y ha advertido de que los catalanes no pueden estar "supeditados" a un partido antieuropeo, antiespañol y anticapitalista.
Además, ha dicho no entender por qué la Asamblea de la CUP se pasó "12 horas votando" para que luego, si el resultado no le gusta a la dirección, acabe decidiendo el Consejo Político del partido, que se reunirá el 2 de enero.
Preguntada si sería posible un 'intercambio' de abstenciones, es decir, que el PP se abstenga en Cataluña para facilitar la investidura de Mas y los 'convergentes' hagan lo propio en el Congreso para allanar el camino a Mariano Rajoy, ha recalcado que el PP no puede sentarse a la mesa "con un proyecto político que pretende la destrucción de la nación española".
Así, ha recalcado que no se trata de negociar sobre personas, sino sobre proyectos. "La pelota está en el tejado de Mas, si quiere renunciar a todos esos planes", ha dicho.
La dirigente del PP ha asegurado que la burguesía catalana está, "en voz baja, profundamente asustada y atónita" por la situación y que hay una parte del entorno de Artur Mas que le dice que ya no se puede seguir así. Además, ha elogiado que ya en las últimas elecciones autonómicas las empresas dieran un primer paso y se posicionasen, mientras que hasta entonces había una especie de "ley del silencio".
A su juicio, parte del empresariado y del entorno de Convergència actuó en principio con un "independentismo táctico" para ver si así conseguían mejor financiación o más competencias, pero desde que el Parlament aprobó la declaración de ruptura ven que es un "sinsentido".
Levy ha advertido de que España "no es un país bananero" sino una democracia consolidada y las "charlotadas y experimentos les van a salir muy mal" y a los catalanes les va a "salir muy caro".