Balado desvela que Feijóo, que pudo ser vicepresidente, no compartió los tiempos del congreso y que pensó en Pons como su 'número dos'
MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El periodista gallego Fran Balado relata en su libro 'El viaje de Feijóo' cómo Mariano Rajoy no dio "ni una sola señal" de que le gustaría designar sucesor al presidente de la Xunta tras la moción de censura que le desalojó del Palacio de la Moncloa. Sin embargo, desde su entorno más próximo sí "detectaron pequeños gestos de que el pontevedrés inclinaba un poco la balanza" en favor de su hasta entonces vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
'El viaje de Feijóo' (Esfera de los libros) aborda la vida del presidente de la Xunta de Galicia desde su nacimiento en el pequeño pueblo de Os Peares, su infancia, su etapa universitaria en Santiago y cómo pasó a ser una de las figuras más relevantes dentro del PP gallego pese a haber desvelado sus simpatías hacia Felipe González.
Balado (Santiago de Compostela, 1984), que ha entrevistado a más de 50 personas para esta publicación, también cuenta con detalle cómo logra convertirse en el heredero de Manuel Fraga pese a las reticencias iniciales de éste, una maniobra en la que Rajoy jugó un papel importante desde Madrid.
RAJOY LE OFRECIÓ SER VICEPRESIDENTE DEL GOBIERNO
Unos de capítulos centrales del libro es el relativo a la sucesión de Mariano Rajoy, en el que narra las dudas que tuvo Feijóo para postularse al proceso casi hasta el último instante y como su nombre apareció desde el principio como "el gran favorito en todas las quinielas".
Previamente Rajoy lo había tentado para integrarse dentro de su Ejecutivo. Esa oferta, según se recoge en el libro, llegó en dos de las reestructuraciones de Gobierno realizadas por el entonces presidente del Gobierno, que llegó a plantearle en una de esas ocasiones "convertirse en su vicepresidente". "Hubiese tenido un escenario propicio para amplificar su perfil en todo el país. Feijóo se vio tentado, pero acabó apostando por permanecer en Galicia", asegura Balado.
Según las fuentes citadas en la obra, Feijóo no estuvo de acuerdo "ni con los tiempos ni con las formas en las que se desarrolló todo el proceso de primarias" del PP. La selección de la fecha del 20 y 21 de julio en Madrid "se convierte en el primer gran síntoma por el que el presidente de la Xunta interpreta que, quizás, el proceso no estaba convocado para que fuese él quien tomase el testigo".
El periodista de 'La Vox de Galicia' relata en su libro que "desde el equipo de Soraya 'presionaron' al presidente para que formalizase la convocatoria cuanto antes". Según detalla, mientras Feijóo y Cospedal "pedían calma", en Moncloa el equipo de Santamaría quería "correr mucho".
DETECTA GESTOS DE QUE RAJOY SE INCLINABA POR SANTAMARÍA
El autor señala que Feijóo llegó a la conclusión de que el proceso de sucesión "no estaba montado para él, pero éste no fue el único motivo que le hizo decantarse por permanecer en Galicia". Según subraya, el hecho de que, "desde que se lanzó el proceso, Rajoy no ofreciese ni una sola señal de que le gustaría que su sucesor fuese el de Os Peares pesó mucho en el presidente gallego".
Aunque tampoco apreciaron en su entorno obstáculos en el camino, "sí detectaron pequeños gestos de que el pontevedrés inclinaba un poco la balanza en favor de su exvicepresidenta". En el equipo de confianza de Feijóo tienen la teoría de que se hubiese presentado "si Rajoy le hubiese puesto la alfombra roja".
Según fuentes cercanas a Rajoy citadas por Balado, si Feijóo hubiese dado el paso, "su triunfo sería tan claro que nadie hubiese registrado otra candidatura, porque todos sabían que no tenían opciones de disputarle el liderazgo, y por tanto, el proceso se hubiese convertido en una especie de aclamación a la búlgara".
Además señala que Feijóo, que es un "hombre previsor", tenía hasta planificada la cúpula del PP en caso de que finalmente se decidiese a dar el paso. "La persona con más papeletas para ocupar la secretaría general era el valenciano Esteban González Pons", desvela el periodista gallego, que también destaca que Feijóo pulsó "un centenar de opiniones" antes de tomar la decisión final, tanto de su equipo como de fuera.
También hace mención a momento en que el entonces vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, "irrumpe en la puerta de Gé-
nova Pablo Casado para dar un pequeño golpe en el tablero", arropado por algunos de los dirigentes más jóvenes del partido como Javier Maroto, Andrea Levy, Teodoro García Egea o Isabel Díaz Ayuso. "'Yo sí quiero ser presidente', afirmó Casado, unas declaraciones que no sentaron nada bien en Galicia", sostiene Balado en el libro.
"Cuando es preguntado por si volverá a presentarse una oportunidad, Feijóo suele recurrir a la metáfora del tren, afirmando que difícilmente suele pasar dos veces por el mismo sitio. Sin embargo,
no acaba de alejarse mucho de la estación. No vaya a ser el diablo", concluye Balado en este capítulo.