Pide a Fiscalía , Abogacía, Vox y sus defensas que se pronuncien sobre la repercusión de la sentencia de Junqueras
MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El instructor de la causa del 'procés' en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, ha dado un plazo de cinco días a la Fiscalía, acusaciones y defensas para que se pronuncien en relación a la la incidencia que puede tener la sentencia dictada este jueves por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) en la situación del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont y el exconsejero Antoni Comín, procesados en esta causa y huidos en Bélgica.
En concreto, se piden alegaciones a la Fiscalía, la Abogacía del Estado, la acusación popular ejercida por Vox y a las defensas de Puigdemont y Comín tras tener conocimiento de la sentencia que reconoce inmunidad al ex vicepresident Oriol Junqueras, ya condenado por sedición en el mismo procedimiento.
En la providencia dada a conocer por el alto tribunal, Llarena señala expresamente que lo dicho por el TUE sobre Junqueras en relación con su condición de europarlamentario electo pude tener "la misma incidencia" en los procesados Puigdemont y Comín, que también obtuvieron escaño en la misma convocatoria electoral.
Ambos se encuentran incursos en un procedimiento de extradición ante los tribunales belgas, que el pasado lunes aplazó la vista sobre este asunto hasta el próximo 3 de febrero, precisamente para conocer antes el pronunciamiento del TUE.
Sobre los políticos independentistas, declarados formalmente en rebeldía por huir a Bélgica, pesan Órdenes europeas de Detención y Entrega (OEDE) reactivadadas por Llarena el pasado 14 de octubre, coincidiendo con la sentencia que condenó por penas de sedición a Junqueras y otros encausados en el 'procés'.
España pide la entrega de Puigdemont y Comín por sedición y malversación y la Fiscalía de Bruselas apoya las peticiones cursadas por el Supremo.
También está pendiente de resolución el recurso que ambos presentaron ante el TUE por negar éste medidas cautelares que les permitieran ocupar su escaño en el inicio de la nueva legislatura de la Eurocámara el pasado mes de julio.