Actualizado: miércoles, 29 noviembre 2017 15:03

Pide al juez que cite como testigo al director de la agencia de espionaje que González contrató ante las dudas de que le espiaban

MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

El empresario Javier López Madrid, investigado en la trama Lezo, ha solicitado al juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón que cite a declarar en calidad de testigo al director del Grupo Novo, contratado por el exmandatario madrileño Ignacio González, y acusa a este último de incriminarle adrede en las conversaciones telefónicas que mantuvo en su despacho y que le constaba que estaban siendo intervenidas por la Guardia Civil.

En una diligencia remitida al instructor de la causa y a la que ha tenido acceso Europa Press, el exconsejero de OHL asegura que las conversaciones interceptadas al presunto cabecilla de la trama desde octubre del pasado año son "profusas en datos, detalles e imputaciones variadas de conductas" y asegura que eso es así porque sabía que había micrófonos en su despacho de la calle Alcalá.

Por ello pide que declare como testigo el director general de esta agencia de detectives a fin de que explique qué tipo de encargos le efectuó el expresidente de la Comunidad de Madrid meses antes de que estallara la investigación vigente sobre esta trama de corrupción en el seno del Canal de Isabel II y que culminó en su detención y posterior encarcelamiento el 21 de abril.

López Madrid está imputado por presuntas irregularidades en la adjudicación del tren de Navalcarnero a OHL, la constructora de su suegro Juan Miguel Villar Mir. Su detención se ordenó por el entonces magistrado instructor de la causa Eloy Velasco por haber autorizado presuntamente el pago de una comisión de 1,4 millones de euros para hacerse con el contrato.

NO ERAN CONFIDENCIALES

El empresario matiza que las conversaciones de Ignacio González cobran mayor relevancia porque su imputación en esta causa deriva "en buena parte" del contenido de las mismas en enero de 2016. Añade que las informaciones publicadas sobre el conocimiento que tenía el cabecilla de la red de que le estaban grabando "ponen en tela de juicio" la expectativa de confidencialidad con la que se suponía que mantenía esas conversaciones".

"Cabe razonablemente pensar, entonces, que los encuentros y conversaciones mantenidos por Ignacio González en su despacho a partir de la fecha indicada no estaban presididos por la perspectiva de privacidad o reserva", reza el escrito que matiza que más bien "al contrario", sabedor de que los diálogos eran objeto de captación, es "lógico" dirimir que el exsecretario general del PP madrileño "acomodase su discurso a ese contexto".

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