BRUSELAS, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, ha puesto en valor el hecho de que el presidente del Gobierno y candidato del PSOE, Pedro Sánchez, tenga como rival al PP, un partido que ha englobado entre los conservadores "razonables", y no con Vox, a quien ha venido a comparar con el exmandatario de su país Jair Bolsonaro.
Preguntado en rueda de prensa en Bruselas por la creciente presencia de partidos de ultraderecha en gobiernos europeos y las próximas elecciones en España y cómo esto podría terminar afectando a la relación con América Latina, Lula ha subrayado que Brasil sabe bien lo que es estar gobernador por la "derecha fascista".
"Nosotros estábamos acostumbrados a tener derecha, a tener conservadores, a tener socialdemócratas, a tener gente más a la izquierda, pero era una política que se hacía de forma civilizada". "Se discrepaba y se debatían las ideas", ha subrayado.
"No se hacía de la elección una fábrica de mentiras, no se hacía de la elección una fábrica de distribución de odio, no se sembraba la discordia como sucede hoy", ha añadido, poniendo como ejemplo a su país y también a Estados Unidos.
En el caso de la UE, ha proseguido Lula en su argumentación, existen "varias corrientes de derechas, pero todavía se mantienen varios partidos importantes, partidos seculares, que son partidos conservadores, que hacen la política de la forma más razonable posible".
"Es el caso de España", ha señalado, subrayando que el domingo "la disputa no se dará entre el PSOE y Vox, se dará entre el PSOE y el PP, lo que demuestra que aún existe civilidad en la discusión política".
Así las cosas, el mandatario brasileño ha querido dejar claro que en la política exterior no importa el signo político del interlocutor. "Cuando uno participa en una reunión como jefe de Estado, no tiene en cuenta a qué partido pertenece el gobernante con el que está conversado, solo tiene en cuenta quién es, no es necesario tener concordancia ideológica", ha esgrimido.
"La concordancia ideológica sirve para invitarle a tomar una cerveza, pero no para discutir lo intereses del Estado brasileño", ha acotado.