VALENCIA, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
La madre del periodista valenciano David Segarra, Cristina Soler, contactó este martes por primera vez con su hijo tras el ataque de la armada israelí a la flotilla en la que viajaba el joven registrado en la madrugada de ayer, mediante una llamada telefónica en la que éste le aseguró que está "perfectamente bien, sin un solo rasguño" y que se encuentra en el centro de detención de Beersheba acompañado por el cónsul español, quien le ha prestado su teléfono móvil para establecer la comunicación.
Así lo aseguró una "conmocionada" Soler en declaraciones a Europa Press, pocos minutos después de hablar por primera vez con su hijo después de que éste se embarcase en la Flotilla de la Libertad, que salió desde Estambul (Turquía) el pasado 22 de mayo. "Me ha tranquilizado oír su voz templada y serena. No se ha roto en ningún momento y eso es algo admirable teniendo en cuenta lo que ha pasado", subrayó.
Según informó este martes el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, los tres españoles integrantes de la flotilla se encuentran detenidos después de negarse a firmar el acta de deportación. En este sentido, Soler indicó que en la conversación mantenida con su hijo le ha pedido "que firme todo lo que tenga delante, aunque sea la confesión de que ha matado a Kennedy". Junto a Segarra, se encontraban a bordo de la flotilla con ayuda humanitaria a Gaza los cooperantes españoles Manuel Tapial y Laura Arau, integrantes de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad.
"Le he dicho que no le pediré nada más en esta vida que eso, se lo he pedido de una manera que creo que nadie podría negarse. Sólo quiero que salga de allí y pise suelo europeo", señaló con la voz quebrada la madre del periodista valenciano.
Por el momento, Soler afirmó que vive "pegada" al teléfono esperando noticias sobre su hijo y que el hecho de que el cónsul español en Israel esté a su lado le tranquiliza, "porque con él cerca no se atreverán a hacer ninguna barbaridad".
Asimismo, indicó que la Generalitat y el Ministerio de Asuntos Exteriores se mantienen en contacto constante con ella, aunque la información que le proporcionan está "mucho más atrasada" de la que consigue ella por sus propios medios.