Avisa de que sería "gravísimo" que el PSOE, que contribuyó a la Constitución, "traicionara su espíritu" para "poner España en almoneda"
MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha lamentado este lunes los insultos que han recibido representantes de PP y Ciudadanos, porque persiguen exactamente lo contrario de lo que buscaron quienes hicieron la transición, "volver a la intolerancia absoluta".
Margallo se ha expresado así, en una entrevista en Antena 3 recogida por Europa Press, preguntado por los insultos que recibió la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, en Vic (Barcelona) y las amenazas que recibieron los miembros de Ciudadanos que habían instalado una mesa informativa en el barrio madrileño de Vallecas.
Además, el también candidato del PP por Alicante ha opinado que, en la campaña del 26J, dado que no habrá mayorías absolutas, es importante que todos los partidos dejen claro quién quieren que sea "su pareja de baile" y también, "dentro de un bloque homogéneo", comprometerse a dejar gobernar al partido más votado.
Así, ante las encuestas que auguran que una suma de Unidos Podemos y PSOE se acercaría a la mayoría absoluta, ha afirmado que se niega a aceptar que los socialistas puedan sumarse a ese bloque y apoyar un Gobierno presidido por Pablo Iglesias, porque "sería muy grave" que los militantes de un partido que contribuyó a la Constitución ahora "traicionasen el espíritu" de la Carta Magna y aceptasen que "España se pueda poner en almoneda".
Margallo aludía así a la disposición de Unidos Podemos a aceptar referendums de autodeterminación en las comunidades autónomas y que éstas puedan "tomar las de Villadiego". También ha alertado de que aunque el PSOE quedase por encima y el presidente del Gobierno de coalición fuese Pedro Sánchez el que realmente mandaría sería Iglesias.
En todo caso, ha cree que una coalición de izquierdas sería algo extremadamente complejo. A su juicio, la clave es si se está o no con la Constitución, si está a favor o en contra de la coalición contra DAESH --"un fenómeno que quiere acabar con nosotros"-- y si está con la economía de mercado o con el modelo de Venezuela y de Grecia, países de los que, ha destacado Margallo, Podemos ya no habla.
EL PRINCIPAL RIVAL DEL PSOE NO ES EL PP, ES PODEMOS
Ante el debate que mantendrán esta noche los cuatro candidatos a la Moncloa --Mariano Rajoy del PP, Pedro Sánchez del PSOE, Pablo Iglesias de Unidos Podemos y Albert Rivera de Ciudadanos--, Margallo ha advertido de que la principal amenaza para el PSOE en este momento no viene del PP, sino de Unidos Podemos.
Es más, ha asegurado que él no quiere que la formación morada supere a los socialistas, porque los socialistas han "colaborado" en los 40 años de democracia y el PSOE "forma parte de la solución".
Eso sí, ha advertido de que los éxitos se han conseguido cuando los partidos constitucionalistas han trabajado juntos, pero no cuando el PSOE decidió, sin el PP, reformar el "bloque constitucional" por la vía de reformar el Estatuto catalán, porque "las cosas salieron tan mal que aún no se han arreglado".
En ese contexto, ha negado que el PP esté tratando de polarizar la campaña entre su partido y Podemos, y cree más bien que este partido ha sabido canalizar el descontento de la crisis "en movimiento político". El problema, ha dicho, es que sus recetas no son soluciones, sino que llevan a agravar los problemas. Y ha añadido que es lo mismo que pasó en Venezuela, donde se comenzó con una "campaña en contra de los partidos establecidos", que resultaron superados.