MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, ha dejado claro este miércoles que discrepa de su compañero de Hacienda, Cristóbal Montoro, que afirmó el viernes que "nadie que haya operado desde paraísos fiscales puede estar en el Gobierno". "Lo que es incompatible es tener una sociedad offshore para eludir impuestos en España", ha replicado Margallo.
En una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press, Margallo ha puntualizado que la clave es si esas sociedades offshore pagan sus impuestos en España. "Eso es lo importante, es una materia de Derecho Fiscal Internacional y el señor Montoro sabe lo que estoy explicando", ha añadido.
Según ha explicado, la ley obliga a que todos los rendimientos y todas las plusvalías en el extranjero se declaren en España y se tribute por ellos en España. A esas plusvalías se les aplica un tipo y de la cuota a pagar se deduce lo ya pagado en el país de origen; en los paraísos fiscales eso suele ser cero, de manera que el impuesto se paga íntegramente en España. "Que los rendimientos tributen en España y que no se perjudique al contribuyente, esa es la clave, no donde esté la sociedad o un producto financiero", ha alegado.
Es más, ha recordado que el propio Soria, tras renunciar a seguir como ministro en funciones, ha dicho que "si el señor Montoro cree que los impuestos no han sido satisfechos como deben, todos los impuestos por todos los rendimientos, pues que le inspeccionen y se lo digan". "Más claro no se puede ser", ha remachado.
El ministro en funciones ha recalcado que pueden tenerse sociedades en distintos países "por razones operativas", y que ese es el caso de varias multinacionales. En el caso de Soria, cree recordar que lo achacó a que era "para hacer los pagos internacionales".
Así, ha recalcado que la renuncia de su excompañero, al que ha dicho querer mucho, fue porque "se enredó en una serie de explicaciones confusas", porque la política también es pedagogía y cuando se falla se asumen responsabilidades.
SORIA ENTENDIÓ QUE SI SE QUEDABA HARÍA DAÑO
A su modo de ver, Soria entendió que si se quedaba dañaría al Gobierno, al PP y sobre todo a Rajoy, "que es amigo suyo y es quien le ha designado", y a veces en política hay que hacer cosas "que no son del todo justas desde el punto de vista estricto" para evitar hacer daño.
Margallo ha dicho confiar en que nadie en el Gobierno o en el PP se haya alegrado de la marcha de Soria: "Me parecería enormemente triste, alegrarse de las desgracias ajenas me parece fatal y si la desgracia es de un compañero tuyo de partido ya no tengo calificativos", ha resumido.