Subraya que la financiación ha de reformarse con un pacto multilateral y no de forma bilateral
MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, se ha mostrado contrario a reconocer a Cataluña singularidades adicionales a las figuran en la Constitución si esas nuevas peculiaridades rompen el principio de igualdad entre todos los españoles.
En rueda de prensa conjunta con el ministro argentino de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, a García-Margallo se le ha preguntado por la propuesta que ha presentado el PSOE para solventar la cuestión de Cataluña, y que pasa por reconocer la "singularidad" de ese territorio en una futura reforma de la Constitución y llegar posteriormente a un pacto bilateral con Cataluña que se plasme en una reforma del Estatuto.
Aunque ha reconocido "no conocer en profundidad" la propuesta socialista, sí ha querido subrayar que el artículo 2 de la Constitución habla de nacionalidades y reconoce "singularidades" a Cataluña y a otras Comunidades Autónomas en materia de derecho civil y en materia de lengua y cultura.
"En el resto lo que debe regir son principios comunes. La Constitución se basa en la unidad de la nación española, en la igualdad de los españoles en derechos y obligaciones y en el reconocimiento de aquellas singularidades que la Constitución consagra, más un cuarto punto que es un nivel de autogobierno desconocido en nuestra historia y en otras latitudes", ha abundado.
"No entiendo a qué singularidades adicionales se refiere (la propuesta del PSOE), entiendo que son singularidades que no se aplicarían a otras CCAA y en cuanto rompiesen el principio de igualdad no serían asumibles. En cuanto fuesen reconocimiento de circunstancias peculiares como las que reconoce la Constitución, pues es perfectamente factible", ha opinado.
Bajo su punto de vista, en el tema de Cataluña lo que hay que buscar es la solución de aquellos "motivos de desafección" que han dificultado la convivencia en estos últimos tiempos y que se refieren a inversiones públicas del Estado, protección de la lengua y la cultura, y un sistema de financiación que "necesariamente tiene que ser acordado por todas las partes que participan, se benefician y se perjudican de ese sistema de financiación".
Para García-Margallo "es obvio que hay que cambiar el sistema de financiación de las CCAA, pero eso debe hacerse por un acuerdo multilateral, y no por un pacto bilateral".