MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García Margallo, ha reiterado este jueves que la visita del primer ministro de Reino Unido, David Cameron, a Gibraltar ha sido "tremendamente inoportuna" pero ha justificado que España no haya realizado una protesta formal.
"Hay distintos grados de disgusto en la protesta", ha incidido el jefe de la Diplomacia española, que ha recordado en esta línea que a España le interesa que Reino Unido se quede en la Unión Europea.
En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, García Margallo ha recordado que la oficina del premier británico comunicó al Gobierno español la visita, con lo que se han "cubierto las formas", y, aunque admite que a España no le ha gustado la situación, "no es suficientemente agresiva para justificar una protesta".
En cualquier caso, ha reiterado que tanto él mismo como el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, han dejado claro durante este jueves que la visita es "tremendamente inoportuna". Cameron tenía previsto participar en el Peñón en un acto a favor de la permanencia de Reino Unido en la UE, que finalmente ha sido suspendido tras el asesinato de la diputada laborista Jo Cox. El primer ministro británico sí ha mantenido un encuentro con el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo.
El titular de Exteriores ha vuelto a subrayar que la campaña se debería haber circunscrito a Reino Unido y ha calificado de "intolerable" que se mezcle con la cuestión de la soberanía de Gibraltar.
A pesar de no haber realizado una protesta formal, ha recordado las medidas que ha puesto en marcha España, entre ellas en el Comité de Deslocalización de la ONU, la demanda en la Comisión Europea sobre el régimen fiscal de Gibraltar, "uno de los más opacos", o las continuas quejas por los atentados al medio ambiente en la Bahía de Cádiz.
RIESGOS DEL 'BREXIT'
Preguntado por el proceso a seguir si Reino Unido saliese de la Unión Europea, el ministro en funciones ha recordado que durante dos años "no pasa nada" hasta que se firmara el Tratado de Retirada, en el que habría que establecer las nuevas relaciones y en las que tendría que aceptar la cosoberanía si quiere permanecer en la Unión Europea.
Asimismo, ha vuelto a minimizar las consecuencias económicas que la salida de Reino Unido podría tener y, aunque ha admitido que durante los primeros días habría volatilidad bursatil, "una vez que se vaya clarificando" la situación será "bastante asumible".
En cualquier caso, sí ha alertado de lo que puede suponer para la Unión Europea la salida de Reino Unidos y, en esta línea, ha recordado que esta primera salida de un estado miembro sería el "principio del fin" del proyecto europeo.