MADRID 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reducido a un "incidente callejero" lo ocurrido ayer por la tarde en Barbate (Cádiz), donde unas veinte personas, algunas con antecedentes por tráfico de drogas, se dirigieron al cuartel de la Guardia Civil e increparon y amenazaron a los agentes tras dar el alto a un coche que circulaba a gran velocidad.
"Se trata exclusivamente de un incidente callejero, como desgraciadamente ocurre en muchos pueblos y ciudades de nuestro país", ha apuntado Grande-Marlaska tras inaugurar una exposición sobre el 11-M, desvinculando lo ocurrido ayer con hechos como el asesinato de dos guardias civiles embestidos el 9 de febrero por una narcolancha también en Barbate.
Fuentes de la Guardia Civil consultadas por Europa Press confirmaron anoche que se había registrado este incidente protagonizado por cuatro varones que circulaban en un coche. Posteriormente, una veintena de personas --entre ellos dos que iban en el vehículo-- se dirigieron al cuartel para amenazar a los agentes.
Estas fuentes apuntaron que se trataba de individuos relacionados con una misma familia conocida de la zona y que, además, acumulan antecedentes por delitos de tráfico de drogas, lesiones, amenazas o delitos contra la seguridad vial y contra el patrimonio, entre otros.
En un mensaje en redes sociales, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Cádiz denunció este hecho, asegurando que estas personas que se habían acercado a las puertas del cuartel habían gritado "os tenía que pasar como a los del puerto", en referencia al asesinato de dos guardias civiles el pasado 9 de febrero al ser arrollados por una narcolancha en el puerto gaditano de Barbate.
Entre otros improperios la asociación ha apuntado que se oyó "os tenemos que matar" y "tenemos armas". Asimismo, desde la asociación han añadido que el cuartel tenía las puertas cerradas y que, por tanto, la veintena de personas no accedió a su interior.