Maza se muestra "perplejo" porque la UPF conociera la conversación "secreta" en la que González apuesta por Moix

Pide al Parlamento herramientas para controlar las filtraciones y dice que sería cobarde si destituyera al fiscal jefe Anticorrupción

MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -

El fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha mostrado este miércoles su "perplejidad" en la Comisión de Justicia del Congreso por el hecho de que la junta directiva de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) le advirtiera en su día de la existencia de las conversaciones intervenidas judicialmente en las que el expresidente de la Comunidad de Madrid, hoy en prisión por la 'Operación Lezo, Ignacio González, apuesta por el nombramiento de Manuel Moix al frente de Anticorrupción por creerle favorable.

Maza ha confirmado este episodio durante su intervención en el Parlamento, donde también ha dicho que el contenido de dicha conversación de González --obrante en el sumario de la 'Operación Lezo' que se encuentra bajo secreto-- le fue comunicada de forma oficial por la actual teniente fiscal y entonces fiscal jefe en funciones en Anticorrupción, Belén Suárez.

Pese a estas advertencias, Maza nombró a Moix y este miércoles ha mostrado a los diputados que no tiene ninguna intención de cesarle, ya que tanto en dicho momento como a día de hoy sigue considerándole el más adecuado para el puesto. En su día su nombramiento fue respaldado por el propio Consejo Fiscal y hace tan sólo algunos días la asociación mayoritaria en la Carrera, que es la Asociación de Fiscales (AF), en un comunicado.

"SI DESTITUYO A MOIX PARECERÍA INCOHERENTE Y COBARDE"

Maza ha enmarcado este episodio y su defensa de Moix en la "difícil situación" en la que se encuentra por la existencia de filtraciones "parciales e interesadas" sobre la investigación del caso. "Qué opinión tendrían de mí si yo destituyera a ese jefe, pensarían que soy incoherente o un cobarde que va echando lastre por mantenerse en su puesto" ha señalado, tras incidir en que no existe ningún indicio de que éste paralizara ninguna investigación contra la corrupción.

Por otra parte, Maza ha reclamado a los diputados "herramientas legales" para poder luchar contra las citadas "filtraciones" interesadas de sumarios judiciales, tras reconocer que el problema "le excede y excede a la Fiscalía".

La existencia de estas filtraciones, según Maza, le colocan en un "terreno inseguro" a lo que se añade su experiencia de que las diligencias de investigación que pueden abrirse de forma interna para conocer su origen "no conducen normalmente a nada y es imposible averiguar quién las ha llevado a cabo".

Además, Maza considera que estas filtraciones de sumarios secretos "no mejoran el conocimiento de la verdad por los ciudadanos" perjudicando además a las personas mencionadas en las investigaciones, que ven restringido su derecho de defensa. En tercer lugar se perjudica a la propia eficacia de la justicia, según ha destacado.

El fiscal general ha ilustrado su postura con el ejemplo de una información en la que se daba cuenta de que el relevo en los fiscales del tres por ciento podría afectar al pacto que los fiscales que llevaban el caso hasta el momento --José Grinda y Fernando Bermejo-- estaban ultimando con algunos investigados para obtener su colaboración.

"¿No será que no se han retractado cuando se ha publicado la existencia de los pactos, no por el cambio de fiscales?", se ha preguntado. Se trata, según Maza de un ejemplo de que las filtraciones no favorecen "a nadie con intenciones limpias", por lo que convendría investigar dónde está esa intención.

También ha pedido que el Parlamento emprenda de una vez la reforma procesal para dar la dirección de la investigación a los fiscales, de los que ha reconocido no obstante que "son autónomos" aunque no completamente independientes aunque pueden discutir el criterio de sus superiores y ello "les da eficacia en la lucha contra el delito".

A su juicio, el fiscal general "debe ser autónomo pero autónomo de verdad contra todos", y se ha referido a un imaginario futuro en el que un gobierno con mayoría no quisiera frenar la corrupción. "Un fiscal general debe tener clara su convicción, su rectitud de criterio y ser servidor de la ley".

MOIX "NO MINTIÓ"

Finalmente, ha rechazado las informaciones que señalan que Moix "mintió" al afirmar que no pidió a uno de los fiscales del 'caso Lezo', Carlos Yáñez, que dejara la causa.

Así, ha leído el decreto de Moix en el que se basan dichas noticias y ha explicado que su contenido viene a decir todo lo contrario, porque si no estaban de acuerdo con alguna de sus órdenes se les daba la oportunidad de removerles de una actuación concreta, pero no sobre la causa, y que la responsabilidad sobre la misma sería del jefe Anticorrupción.

Dicha postura estaría señalada en la frase "con expresa exención de responsabilidades de todo tipo" que se incluye en el decreto señalado, al que Maza se refiere como "una fórmula de estilo" utilizada en este tipo de documentos "que no quiere decir que quisiera remover" a Yáñez.

Su objetivo, según ha señalado "es seguir luchando" contra la corrupción "y eso lo saben todos los ciudadanos al abrir los periódicos todos los días, porque la Fiscalía presenta querellas contra miembros de uno y otro partido político bajo el mandato del señor Moix", ha incidido Maza.

FISCALES COLOMBIA Y PANAMÁ

En este sentido, ha revelado que el pasado mes de enero viajó a Colombia para reunirse con el fiscal general del citado país y pedir su colaboración precisamente en la investigación de hechos relacionados con las operaciones del Canal de Isabel II investigadas en "Lezo". Este fiscal visitará la semana que viene España para firmar un 'memorándum' para ordenar la citada colaboración.

También se reunió, y con similar intención, con la fiscal general de Panamá, "para obtener el máximo de información y de pruebas". "Y resulta que yo soy el que no quiere perseguir estos delitos", ha lamentado.