MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
La exconsejera de Gobernación Meritxell Borrás, que en principio era una de los cuatro exmiembros del Gobierno de la Generalitat que estaba previsto que se quedaran acompañando en Bélgica al expresidente Carles Puigdemont, sí ha llegado este martes a la Audiencia Nacional acompañada de otros de sus compañeros para declarar el marco de la querella presentada por la Fiscalía contra todos ellos delitos de rebelión sedición y malversación de caudales públicos relacionados con el desarrollo del denominado 'procés' y la declaración unilateral de independencia de Cataluña.
Al que no se espera este martes en la Audiencia Nacional es al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y a sus exconsejeros Antoni Comín, de ERC (Salud), Meritxell Serret, de ERC (Agricultura, Ganadría, Pesca y Alimentación) y Clara Ponsatí, de ERC (Educación), después de que anoche anunciaran que permanecerían en Bélgica y no volverían a España para comparecer ante los tribunales. Ninguno de ellos ha llegado a la Audiencia Nacional.
NO HUBO APLAUSOS PARA VILA
El primero en llegar, y muy madrugador fue Junqueras, que llegó solo y luciendo lazo amarillo -un símbolo por la libertad de los presidentes la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, en prisión por presunta sedición-. Más tarde fueron llegando los otros ocho consejeros arropados por aplausos -excepto para Vila- por una comitiva encabezada por el expresidente Artur Mas y el exconsejero de Presidencia Francesc Homs, inhabilitado por el Tribunal Supremo tras ser juzgado por organizar la consulta del 9-N de 2014.
En estas mismas actuaciones, el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha llamado a d marco de la querella presentada por la Fiscalía General del Estado contra todos ellos por los delitos de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos. En la calle Génova, varias personas concentradas gritaban coincidiendo con la llegada de los imputados frases como: "Viva la Policía! !Viva la Guardia Civil!" y "fascistas".
La incomparecencia de Puigdemont y de cuatro exconsejeros obedece, según señalaron anoche en un comunicado firmado por el "gobierno legítimo de Cataluña", a que consideran ambas actuaciones penales un juicio político "efectuado al dictado del Gobierno del Estado español". Añadían que parte de los consellers comparecerían ante la jueza Carmen Lamela "como denuncia de la falta de garantías del sistema judicial español y de su voluntad de perseguir ideas políticas", mientras que el resto permanecerá en Bruselas para hacer llegar su queja a las instituciones europeas.
Las citaciones tanto en la Audiencia como en el Supremo se producen tras la admisión el pasado martes de ambas querellas, que se presentan contra un total de 20 personas por hechos que engloban todo el denominado 'procés' que concluyó el pasado 27 de octubre con la declaración unilateral de independencia (DUI).
En la Audiencia Nacional comparecen además de Junqueras y Borrás exconsejero de Presidencia Jordi Turul; el exconsejero de Asuntos Internacionales Raül Romeva; el exconsejero de Territorio y Sostenibilidad Josep Rull; la exconsejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia Dolors Bassa i Coll; el exconsejero de Interior desde julio de 2017 Joaquim Forn; el exconsejero de Justicia desde enero de 2016 Carles Mundó y el exconsejero de Cultura y desde julio de 2017 de Empresa y Conocimiento Santiago Vila, quien dimitió antes de la votación de la DUI.
Lamela destacaba en su auto de admisión de la querella que conforme al relato expuesto por la Fiscalía en su querella, los hechos investigados iban dirigidos a proclamar una República catalana independiente de España.