Niega que estafase a su socio y defiende la serie que grabaron: "Tiene unos efectos especiales que compiten con el Gran Samurai"
MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El productor televisivo José Luis Moreno aseguró ante el juez de la Audiencia Nacional encargado de la instrucción de la 'operación Titella' que las acusaciones de fraude que pesan sobre su persona son "una canallada", dejando claro que para él Hacienda siempre "ha sido una obsesión", como así hizo constar en sus agendas personales.
En su declaración ante el magistrado Ismael Moreno del pasado 17 de febrero, a la que ha tenido acceso Europa Press, el ventrílocuo defendió que no había en su haber "una sola factura" que no hubiese "tenido su correlación" en la producción de la serie sobre la vida de San Francisco de Asís, 'Glow & Darkness', que llevó a cabo con el también productor argentino Alejandro Roemmers.
Es más, Moreno defendió que "cuando empezaron los problemas" realizaron un estudio "de lo que valía cada cosa" en el mercado. "Y era un despropósito", apuntó, asegurando que afrontó alguno de los gastos derivados de la grabación de su propio bolsillo.
Y si lo hizo, explicó, es porque Roemmers, "un poeta y un tío muy particular", le "encantó". "Le tengo que estar agradecido toda mi vida termine esto como sea porque me ha permitido dirigir a gente que ni soñaba", aseguró, llegando a defender que el argentino merecía un premio Nobel.
Moreno detalló a preguntas de su defensa su relación con el empresario, a quien unía un acuerdo que sería "el sueño de cualquier productor". "Que alguien le deje trabajar en libertad y la libertad es que alguien ponga el dinero. Es mejor negocio, porque después no es lo mismo ir con un papel a una televisión o con una cosa hecha", afirmó.
Por eso se mostró sorprendido por las acusaciones de Roemmers, que figura como perjudicado en la causa tras denunciar que fue estafado por Moreno a la hora de llevar a cabo "una macroproducción" que el productor televisivo español defendió a ultranza ante el magistrado: "Tiene unos efectos especiales que compiten con el Gran Samurai".
El propio Roemmers, según Moreno, se dio cuenta del alcance de la serie cuando vio los primeros episodios, que le fueron exhibidos por él mismo. "Roemmers sabe absolutamente todo porque me he tenido que recorrer el mundo enseñándole todo lo que íbamos haciendo. He estado tres veces en Uruguay, cuatro en Miami, cinco en Sicilia, dos en Roma y una en Milán", sostuvo.
La producción de la citada serie sobre el santo llevó a que asumiera cargas de trabajo excesivas, de lo que él mismo advirtió a Roemmers. "Le dije, te ayudo, te pongo la vida pero es la última producción. Lo que yo pasé, el esfuerzo de hacer una producción con gente de 10 países y con el COVID no hay dinero que lo soporte", aseguró.
Durante los últimos años, el dinero que percibía de Roemmers era "la base" sobre la que desarrollaba su vida, aunque también recibió ingresos de la sociedad Youmore --que pertenece a su examigo íntimo Martin Czehmester-- y de los derechos de producciones como 'Escenas de matrimonio' o 'Aqui no hay quien viva'.
"PERDONE MI VEHEMENCIA, PERO ESTO ME ESTÁ DOLIENDO MUCHO"
En el marco del interrogatorio, que se demoró por espacio de más de tres horas, se disculpó en más de una ocasión: "Perdone mi vehemencia a veces, pero es que esto me está doliendo mucho", dijo al fiscal. Durante el turno de una de las acusaciones, llegó a elevar el tono después de que le preguntara por los plazos de entrega que manejaba para la primera temporada de la serie de San Francisco de Asís. "Para que vamos a cansarnos y cansar al juez. Aquí se ha dicho que no había ninguno, que no había ni un minuto y medio y que había costado 35 millones qué más quiere usted saber", espetó.
Moreno, que también entró al detalle de sus problemas con Hacienda, aseguró que las deudas se hubiesen reducido y él habría "seguido pagando" si su socio no le hubiera cortado "el grifo". Esa decisión de Roemmers, que decidió no seguir adelante, le ocasionó serios problemas económicos incluso para encarar los gastos diarios.
Entre lágrimas, Moreno confesó quién le ayudaba en el día a día. "No le agradezco esa pregunta. Me lo están pagando mi hermana y mi sobrina. Me lo pagan ellas", contestó a su defensa, añadiendo: "Para poder comprar la compra del día mi hermana y mi sobrina han tenido que hipotecar su casa. Si yo hubiera estado acumulando dinero de esta serie no estaría en esta situación. Ni dirían que vale mucho más de lo que vale".
Así las cosas, el productor también descartó que tuviese ningún tipo de patrimonio oculto en el extranjero. "Ojalá. No tenerlo oculto, sino ojalá tenerlo", espetó, dejando claro que "lo mejor" que podría tener como productor es "patrimonio" que invertir en nuevas ideas. "De ninguna manera tengo esa cantidad. Pero si la tuviera no me hubiera tenido que buscar financieros ni debería un duro a hacienda", añadió.
"ME HAN LLEVADO A LA GUILLOTINA"
Ante la intervención del letrado y del juez instructor, el ventrílocuo lamentó profundamente el daño ocasionado por el estallido de 'Titella': "¿Sabe qué pasa, señoría? Que esto ha acabado con mi vida y con la vida de mi familia. He sufrido un linchamiento indecente entre las filtraciones y todo lo demás. No puedo ser normal cuando me han llevado a la guillotina", dijo entre gesticulaciones, mientras se quitaba la mascarilla y se mostraba visiblemente alterado.
Moreno defendió por activa y por pasiva que no era un jefe de ninguna organización criminal, sino un artista con 52 años a sus espaldas y un productor con 48 años de experiencia y 700 formatos diferentes en todo el mundo. "Retaría a cualquiera a que intente hacer serie y sea también un capo. Me parece de una habilidad enorme. Yo no soy nada de eso", aseveró.
También descartó tener testaferros, una palabra "ofensiva y molesta", al tiempo que lamentó el "linchamiento" que no iba a "tolerar". "Yo no tengo testaferros porque no tengo tiempo de soportarlos. Yo tengo más de 3.000 programas hechos y más de 140 millones de contratos. No me caben los testaferros", incidió.
Su intervención, la de una persona "pasional" según sus propias palabras, obligó a que el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 le interrumpiese para tratar de calmarle: "Tiene usted que ser normal en este acto". Así las cosas, el productor de televisión acabó disculpándose. "Se lo ruego, mi perdón", dijo con las manos el pecho, para acto seguido colocarse la mascarilla.
ROSA MARÍA MATEO "NO ME QUIERE MUCHO"
En su declaración el productor también marcó distancia con las supuestas irregularidades cometidas por uno de los presuntos cabecillas de la red, Alberto Aguilera, descartando que buscase de forma voluntaria infringir la ley. "Después de la carrera que llevo contaminarme o pringarme en cualquier cosa que pudiera ocasionar lo que ha ocasionado, el linchamiento en que yo ya ni existo no tengo prestigio...", lamentó.
Pese a ello, Moreno llegó a asumir junto a Aguilera la producción de 'Aquí mando yo... y punto com', una "ambiciosa" serie que trataron de colocar en TVE. "Luego entró Rosa Maria Mateo como presidenta, que vive en frente de mi y parece que no me quiere mucho, y nos dijo que no interesaba más", lamentó.
Ese contrato, que la propia empresa de Aguilera "llevó a los tribunales" por incumplimiento, generó una disputa con el ente público. "No nos pueden quitar una serie así: podrían decir lo que les diera la gana. Hablaron de que no lo veían para el momento y que los guiones no eran lo que esperaban", criticó.