Recibía de sus jefes preguntas constantes sobre "si tenía recibís" de Rajoy, Cospedal o grabaciones de Javier Arenas
MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que dirigió la investigación de la trama Gürtel, Manuel Morocho, confirmó el pasado martes durante su declaración ante el juez de la pieza 'Kitchen' la veracidad de uno de los apuntes realizados por el comisario investigado José Manuel Villarejo en sus agendas personales donde habla de "problemas" por un informe que llevaba su firma.
En el audio de su declaración, al que ha tenido acceso Europa Press, explica que el problema es que había situado a Ignacio López del Hierro, marido de la entonces secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, como donante de la 'caja b', conforme a los 'papeles' de Bárcenas y su análisis.
Al día siguiente de enviar ese informe a la Audiencia Nacional le llamó el que era jefe de la UDEF en aquel momento, Manuel Vázquez. "Me dice: 'Manolo, has cometido un gran error, te has equivocado y eso hay que rectificarlo'", recuerda, confesando que se puso "nervioso" porque "podía haber cometido un error, es humano". Pero el fallo es que había señalado a López del Hierro. "Yo le digo: Si estaba, se puso y se anotó como otros muchos", aun así le insisten en cambiarlo.
Morocho describe una "mañana difícil" en la que "constantemente" se le dice que "hay que cambiarlo", por lo que hace una serie de comprobaciones en las que advierte un error pero relativo a una empresa de López del Hierro, no a la constancia de éste, por lo que "el nombre permanece". Entonces a un tal "Miguel Ángel se le escapó que López del Hierro era amigo de Villarejo". "Y ya sabes que Olivera (jefe entonces de la UDEF)...", le apostilló.
Ese comentario, según manifiesta, le dio la clave. "Yo con Villarejo tenía una relación de terceros pero (...) evidentemente trazo una línea (...) y viene de arriba, generando una situación de tensión evidente porque habían recibido una instrucción de que hay que quitarlo y yo no lo hice", concluye.
Asimismo, indicó que en otro informe le obligaron a quitar el nombre de la exdirigente del PP Ana Mato. "Se nos conminó a que quitáramos el nombre del cuerpo", ha recordado, para añadir que además Losada le insistía en que no se trataba de una 'caja B' y que no se dejaba aconsejar.
Según relató al juez, sus superiores tenía prejuicios respecto a él le querían monitorizar para ver su vertiente política, e incluso contó que fue investigado por Asuntos Internos junto a otros compañeros del grupo. Y ha indicado que quien más repasaba sus informes era Álvarez Luna que era quien repasaba, "limaba y aportaba texto alternativo" sobre todo en el apartado de conclusiones y en el resumen ejecutivo.
Y apuntó que en esos seguimientos de la DAO "no se traslucía que buscaran la dimensión económica de Luis Bárcenas, buscaban donde podía tener elementos de convicción vinculados a su trabajo en el PP". Al hilo, recordó que "sistemáticamente", desde que se produjo entrada en prisión de Bárcenas, recibía de sus jefes preguntas constantes sobre "si tenía recibís de Rajoy, Soraya --Sáenz de Santamaría-- o (María Dolores de) Cospedal, grabaciones de (Javier) Arenas", o sobre qué opinaba el juez de todo esto.
Tras comentar esto, Morocho sacó a relucir una anécdota, y es que en el informe sobre el despacho de arquitectos que hizo las obras de la sede del PP, parte de las cuales presuntamente se abonaron con dinero en b, él incluyó los apoderados de las cuentas, entre los que estaba Cospedal. "Y me mandaron quitarla", aseveró.
"QUERÍAN TROCEAR LA 'GÜRTEL'
El inspector confirma, a preguntas del juez, que las presiones hacia su persona se multiplicaron "exponencialmente" tras la publicación de los 'papeles' de Bárcenas en 'El País' el 31 de enero de 2013, por lo que le sometieron a "tensiones" de todo tipo, desde destinos dorados --"¿Dónde quieres irte, a una embajada, a cuál?"-- hasta sobrecarga de trabajo. Eso redundó igualmente en una situación personal "insostenible".
"No querían bajo ningún concepto que el magistrado me entregara el procedimiento. De hecho, posteriormente, llegan a la situación aberrante de decirme que, si no hubiera estado allí antes, hubieran troceado 'Gürtel' y lo hubieran dado en distintos grupos (policiales) para poder controlar mejor", afirma. "A mí me acusaban de que ya era mayor y no se me podía redirigir", ilustra.
Así las cosas, Morocho advirtió al juez de que, si no le encomendaba directamente a su grupo, el 21, la investigación de los 'papeles' no le designarían para ello en la UDEF, ante lo cual el magistrado optó por hacerle el encargo a él y su equipo, en quienes confiaba plenamente. "Tenía prueba de mi honestidad", destaca.
García-Castellón ahonda en el interrogatorio para saber si esos obstáculos a la investigación venían solo del Ministerio de Interior o también del PP. Morocho le responde que en el primer caso es "evidente" porque, conforme le transmitió Olivera en dos ocasiones, el responsable de la cartera, Jorge Fernández Díaz, se interesaba sobre si el inspector seguía en la UDEF o había aceptado otro destino.
"La vertiente de la formación política es más difusa, en el sentido de que no se ha producido directamente sobre mí, con una acción concreta, pero sí que las críticas de los informes que hacíamos me llegaban de Gómez Gordo", señala y se muestra consciente de que "el primer informe fue una bomba para el PP" porque plasmaba coincidencias entre la "contabilidad b" y "el afloramiento de fondos opacos".
Morocho asegura que se le "conminó" a que restara valor a los 'papeles', que dijera que "eran inveraces" para "que siguiera la dinámica que en ese momento el PP estaba exteriorizando ante la opinión pública", que eran cosa de Bárcenas, no del partido. También "se trató de que en ningún momento estableciera una vinculación entre los pagos a responsables políticos o cargos públicos del PP y esas salidas de fondos" ni entre donantes y adjudicaciones a empresas.
Las modificaciones que le obligaban a hacer en los informes eran "constantes" y sobre "cosas nucleares" de la causa. Si no las hubiera disfrazado en anexos o avisado al juez por otras vías, asevera, el magistrado no habría sabido quienes eran "realmente" los perceptores del dinero.
INESTABILIDAD EN LA UDEF
Durante su declaración en sede judicial, Morocho relata la situación de "inestabilidad" que había en la UDEF en 2012 por los cambios en la jefatura mientras investigaba el 'caso Gürtel'. También destaca las presiones externas que había y subraya que el propio responsable de la Policía Ignacio Cosidó se manifestó públicamente "atacando" a los investigadores de la Gürtel.
Entre las presiones recibidas, el inspector también menciona las llamadas que le hizo Olivera después de dejar el cargo en la UDEF. Morocho cuenta que el ex alto mando, cuando trabajaba en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), le pidió detalles de la investigación contra Bárcenas. El inspector asegura al juez que no le facilitó información.