MADRID 18 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno le ha asegurado al senador de Compromís Carles Mulet que no tiene "ninguna" intención de iniciar el proceso de ilegalización del PP por los casos de corrupción que le afectan, una escueta respuesta a dos preguntas parlamentarias que ha sorprendido a Mulet "tras las molestias que se tomaron" para contestar sobre una posible invasión zombi.
El senador registró aquella pregunta como protesta por la tardanza del Gobierno en contestarle por escrito a sus reclamaciones. Un mes después, recibió una extensa respuesta del Ejecutivo, que en similar tono irónico al empleado por Mulet se extendió en explicar qué es una invasión zombi y qué se podría hacer en el poco probable caso de que ocurriera.
Esta vez sin embargo desde Moncloa no se han tomado a broma el asunto y la respuesta ha sido concisa y de una única palabra. Ha llegado además con ocho meses de retraso porque Carles Mulet registró sus preguntas entre finales de septiembre y primeros de octubre y la respuesta lleva fecha del 16 de mayo.
MOTIVOS PARA ILEGALIZAR AL PP
En concreto, el senador exponía varios casos de corrupción que afectan al PP y revisaba la Ley de Partidos, que establece en qué casos se puede pedir la ilegalización de una fuerza política y quién puede promoverla. A juicio de Compromís, el PP es una organización "estructurada internamente para delinquir" y "que vulnera la ley de forma reiterada".
Sobre si el Ejecutivo tiene intención de promover la ilegalización, el Gobierno se limita a responder que "ninguna". "Por lo menos en este caso han eludido la envolvente y han contestado sin argumentos, ya que no existían ni inventándolos", ha afirmado el senador.
Carles Mulet mantiene una intensa actividad en el Senado, donde lleva presentadas casi 5.000 preguntas escritas en lo que va de legislatura, 225 solicitudes de informes, casi 50 comparecencias solicitadas y 87 preguntas orales en comisión, entre otros datos.
UN SENADOR POLÉMICO
El senador está en el centro de una polémica en el Senado por el gesto que tuvo en el último Pleno con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, de la que dijo que le daba "asco" después de romper, desde la tribuna de oradores, una foto de ella.
El PSOE protestó por ese incidente, que no interpreta como una salida de tono sino como parte la actitud habitual del senador. Y la Cámara le ha escrito a Mulet para reprenderle por su comportamiento y advertirle de que va a ser muy rigurosa a partir de ahora en la aplicación del Reglamento. Mulet, sin embargo, dice que es él el que recibe insultos desde la bancada socialista.