El vicepresidente Timmermans pide a los políticos nacionales que abandonen el "estúpido juego" de echar la culpa de todo a Bruselas
MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Comisión Europea Frans Timmermans ha hecho este jueves un llamamiento a los países de la UE para que el episodio "triste" que supone la salida de Reino Unido (Brexit) sirva para "despertar" a los 27 Estados miembros restantes, que deberían trabajar para que los ciudadanos recuperen el "optimismo" sobre el proyecto europeo y no caigan en el engaño del populismo.
Timmermans ha comparecido ante la Comisión Mixta para la UE que componen diputados y senadores, ante los que ha advertido de que en la UE "no hay estados grandes", solo "estados miembros pequeños y otros que no saben que son pequeños". Las diferencias entre unos socios europeos y otros, ha dicho, son "nimias" en comparación con las que separan a las naciones de otras regiones del mundo.
En su opinión, uno de los retos que afronta la UE en la actualidad es que "los países ya no confían unos en otros" y se miran desde los "tópicos". "Y eso nos está matando", ha alertado. Timmermans ha subrayado que el mundo está cambiando de manera "vertiginosa", por lo que la UE debería centrar sus esfuerzos en trabajar para que en Europa los ciudadanos dejen de pensar que en el futuro vivirán peor que hoy.
"Por primera vez en las últimas dos generaciones hay personas que empiezan a pensar que sus hijos no van a vivir mejor que ellos, temen que en la escala social sus hijos no vayan a prosperar y este temor puede que no sea imaginario, puede que sea real", ha expuesto.
LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Timmermans no tiene dudas de que nos encontramos ante la cuarta revolución industrial, que será "mucho más brutal" que las anteriores y que va a traer enormes cambios en el mundo. Y la pregunta que se están haciendo las clases medias en Europa y en otros países de Occidente es la que quién está velando por sus intereses.
"La gente no siente que tenga el control sobre su propio destino", ha afirmado, convencido de que este sentimiento está detrás del triunfo del 'Brexit', que para parte de la sociedad británica es la fórmula que les permitirá volver a tener el control sobre los asuntos que les afectan.
Pero para Timmermans ver al Estado nación como "refugio" no va a ser la solución frente al fenómeno de la globalización. Volver atrás y encerrarse en una unidad más pequeña no cambiará las condiciones, ha insistido. "¿El nacionalismo nos traerá algo mejor que estar unidos? Creo que no, pero no lo hablamos de manera suficiente", ha indicado.
Prueba de ello es que si el presidente de Rusia, Vladimir Putin, está apoyando a la extrema derecha en Francia es porque sabe que si Marine Le Pen llega a la presidencia francesa, eso debilitará a Europa y entonces él será "el jefe de todo".
Timmermans, que estuvo destinado tres años y medio en Rusia, cree que con este país se puede tener una buena relación siendo "firmes" y actuando con determinación. "Mirándoles de igual a igual", ha aconsejado.
Pero el vicepresidente también ha emitido recomendaciones a los Estados miembros de la UE. "Arreglar Europa empieza por que los políticos nacionales dejen de jugar a ese estúpido juego de echar la culpa a Bruselas cuando algo va mal. Bruselas no es un monstruo imaginario que lo hace todo mal", se ha quejado.
EL BREXIT
Con respecto a la negociación del Brexit, ha citado tres cuestiones como los principales asuntos que están sobre la mesa en la actualidad. En primer lugar, los ciudadanos europeos porque, ha dicho, si el pueblo británico ha decidido abandonar la UE, la tarea de la Comisión es velar por los intereses de los 27 Estados miembros restantes.
Timmermans también ha destacado que el divorcio de la UE no puede eximir a Reino Unido de asumir sus responsabilidades respecto de compromisos previos contraídos -hay algunos cálculos que cifran en hasta cerca de 60.000 millones de euros la factura que debería pagar Londres a la UE-- y se ha referido a los efectos del Brexit sobre la frontera de Irlanda con Irlanda del Norte como uno de los elementos de la negociación que llevará a unos debates "difíciles".
"Ahí hay una cuestión muy específica. La situación de Irlanda del Norte será difícil de manejar", ha admitido Timmermans, que ha trasladado la voluntad general europea de intentar "hacer el menor daño posible" en la negociación para concretar la salida de Reino Unido de la UE.