MELILLA 6 Sep. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Bienestar Social y Asuntos Sociales, Daniel Ventura (PP), se ha puesto en contacto este miércoles con la empresa encargada de la gestión del Centro de Reforma de Melilla para solicitar el "despido inmediato" de su trabajador, detenido este miércoles como presunto líder de una célula terrorista del Daesh.
Según han informado a Europa Press fuentes oficiales, el arrestado de nombre Hafid trabajaba como "reeducador de menores infractores" que están internados en el Centro de Reforma del Baluarte San José, lo que antes era conocido como "reformatorio", y no en el Centro de Acogida de Menores del Fuerte de la Purísima, como en un principió se informó.
El hombre, de 39 años edad, con nacionalidad española y nacido en Melilla aunque de padres originarios de Marruecos, "apenas ha trabajado en este último año" debido a las continuas bajas que solicitaba, han indicado las citadas fuentes, que añadieron que regresó a su puesto hace quince días aunque enseguida se tomó sus vacaciones.
En este centro, con capacidad para alrededor de medio centenar de menores, de entre 14 y 18 años de edad, los adolescentes y jóvenes están en régimen cerrado "cumpliendo medidas judiciales", al haber sido juzgados o pendientes de juzgar por la comisión de distintos delitos.
Hafid, del que también se ha sabido que era afiliado del PP de Melilla aunque hacía tres años que no se sabía nada de él en el partido ni pagaba desde entonces las cuotas del partido, es considerado el cabecilla de una grupo de seis individuos detenidos este miércoles (dos en Melilla y cuatro en Marruecos).
Según el Ministerio del Interior, este líder de la célula, residente en Melilla, realizaba labores de captación y adoctrinamiento siguiendo la estrategia global de la organización terrorista Daesh, aprovechando su puesto de trabajo como auxiliar educativo en un centro de reeducación de menores para llevar a cabo labores de captación y radicalización entre estos jóvenes en una especial situación de vulnerabilidad. El resto de detenidos, dirigidos por él, conformaban una célula terrorista que se encontraba en un peligroso nivel de activación.
La investigación de la DGST del Reino de Marruecos evidenció que este grupo había planeado ataques terroristas de gran envergadura, manteniendo reuniones nocturnas restringidas, donde realizaban sesiones de entrenamiento físico y simulaban asesinatos mediante decapitación, lo que desencadenó la rápida desarticulación de la célula por ambos Servicios: la Policía Nacional y la Dirección General de Seguridad del Territorio del Reino de Marruecos.