El origen de la trama "no es el que dice Esperanza Aguirre", está en Majadahonda, dice Correa

Actualizado: jueves, 13 octubre 2016 13:42

MADRID 13 Oct. (EUROPA PRESS) -

El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha asegurado este jueves que el origen de la actividad irregular de la red no es "el que dice Esperanza Aguirre" y ha precisado que todo partió del ayuntamiento de la localidad madrileña de Majadahonda, en la etapa del "desgraciado" de Guillermo Ortega como alcalde.

Correa, que ha ironizado con la traducción de su apellido al alemán para bautizar la trama --"yo soy español y prefiero la palabra en castellano", ha dicho-- se ha referido a las dos personas cuyas grabaciones hicieron reventar el caso hace más de siete años, los concejales de este municipio Juan José Moreno y José Luis Peñas.

Según ha explicado, tuvo conocimiento de que estaban grabando sus conversaciones porque así se lo dijo Moreno. Este dato provocó gran preocupación en sus socios Pablo Crespo y Álvaro Pérez 'El Bigotes' pero no en él: "Me importa un rabano que me estén escuchando; yo no he matado a nadie ni soy el socio de Bin Laden ni nada de eso", ha recordado que les dijo.

También se ha referido a la traición de Peñas y Moreno, que prácticamente vivían en su casa y a los que había 'adoptado' por su tendencia a defender "las causas pobres". "Alguien que estuvo en mi casa viviendo, comiendo y cenando dos años, con mi hija en sus brazos, que le llamaba tío Pepe, para luego denunciarme. Sobran las palabras", ha dicho.

REGULARIZAR CON HACIENDA

Correa ha desvelado, además, que quiso regularizar con Hacienda el dinero que tenía en cuentas fuera de España a nombre de varias sociedades. Mantenía las escrituras de estas empresas en el despacho de Ramón Blanco Balín.

Después de que se produjera un registro en esta oficina, se preocupó. "Podían pasar varias cosas, que me llame la Agencia Tributaria, y esta opacidad se descubra", ha relatado que pensó y que decidió ofrecerse a Hacienda para regularizar. "No me apetece ir a prisión y no quiero tener ningún problema", comentó entonces a Blanco Balín que le aconsejó que no lo hiciera.

Sobre el entramado de empresas el cabecilla de la trama ha precisado que se lo montó Luis de Miguel y ha defendido que "son sociedades legales, y el objetivo era ser legal" pero que un agujero económico provocado en sus negocios en 1993 le condujo a dejar de declarar sus ingresos.

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