El portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar dice que es un "mazazo" y ve "motivos" para recurrir la decisión
MADRID/BILBAO, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un jurado de Florida ha vuelto a declarar culpable a Pablo Ibar del asesinato de tres personas en 1994, en el cuarto juicio celebrado sobre su caso, según ha confirmado a Europa Press el portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, Andrés Krakenberger.
El jurado, compuesto por 12 personas, ha declarado a Ibar culpable por unanimidad y la Fiscalía ha vuelto a reclamar la pena de muerte contra el español. Ahora el juez deberá dictaminar cuál es la pena que le impone.
El nuevo juicio del caso Ibar, nacido en Estados Unidos de padre vasco y madre cubana, terminó este pasado miércoles en el tribunal de Broward County de Florida con los alegatos del fiscal y los abogados defensores.
Tras conocerse este veredicto, que debía ser adoptado por unanimidad, el portavoz de la Asociación contra la Pena de Muerte Pablo Ibar, Andrés Krakenberger, ha reconocido que "sin duda es un mazazo".
Krakenberger, que no ha podido contactar ni con Pablo Ibar ni con sus familiares, ha destacado que a lo largo del juicio la defensa pudo demostrar que varios testigos "habían mentido", que algunos "habían cobrado" e incluso "demostrar con peritos incluso de la propia Fiscalía que no se podía identificar a Pablo Ibar a través de ese vídeo borroso" que sirvió de prueba.
Además, ha indicado que también certificaron que las manchas de ADN a las que se alude se produjeron "con unas pruebas que no han sido custodiadas debidamente". "Son muchas cosas con las que yo creo que desde luego podemos recurrir", ha añadido.
Krakenberger ha reconocido que "francamente" no saben "qué ha pasado en ese jurado" pero su impresión es que se dejaron llevar por el último llamamiento "totalmente inaceptable" del fiscal que les pidió "no dejar escapar a este asesino".
Según ha indicado, con esas palabras, el fiscal hizo "una calificación que no le correspondía" y, por ello, pidieron en ese momento la anulación del juicio pero el juez no atendió su petición, "otra cosa más que llama poderosamente la atención del juez".
Krakenberger ha indicado que ahora habrá que estudiar con detenimiento qué es lo que ha pasado y, en función de eso "ver cómo se puede apelar mejor" porque, según ha apuntado, previsiblemente se recurrirá la decisión.
No obstante, ello no será inmediato, ya que ahora a finales de febrero comenzará una segunda fase del juicio en la que el mismo jurado deberá decidir si se le condena a muerte o a cadena perpetua. En el caso de que sea condenado a muerte, el recurso sería ante el Tribunal Supremo y si es a cadena perpetua ante un tribunal de Florida.
ACUSACIÓN
Ibar, de 46 años, fue condenado a muerte acusado de un triple asesinato en 1994 en Florida -el del dueño de un club nocturno y dos modelos-, crimen del que él siempre se ha declarado inocente. Aunque el primer juicio fue declarado nulo porque los miembros del jurado no se pusieron de acuerdo, en el año 2000 fue declarado culpable y condenado a muerte.
Estuvo en el corredor de la muerte hasta que en 2016 el Tribunal Supremo de Florida anuló la condena y ordenó repetir el juicio por considerar que había tenido una defensa ineficaz y había sido condenado a partir de pruebas débiles y escasas.
En el nuevo juicio, la Fiscalía ha insistido en pedir la pena de muerte para Ibar. Según la Asociación que le representa, en el alegato final del fiscal Chuck Morton --fiscal auxiliar ahora y fiscal en el juicio en que Ibar fue condenado a muerte en 2000--, no presentó pruebas nuevas, sino que se limitó a subrayar la brutalidad del crimen que se aprecia en el vídeo de prueba, el mismo vídeo que la defensa cuestiona.
LA DEFENSA CUESTIONA LAS PRUEBAS
Por su parte, los abogados defensores, Benjamin Waxman y Joe Nascimiento, habían puesto de manifiesto durante el juicio que hubo testigos de la fiscalía que faltaron a la verdad y que sus peritos han puesto en duda los métodos de identificación que se usaron en el primer juicio, incluyendo el argumento de que la mala calidad del vídeo impide incriminar a nadie y que el rostro que podía extraerse de él tenía diferencias con el de Ibar.
También señalaron que ninguna de las huellas dactilares recogidas en el lugar del crimen se corresponde con las de Ibar, ni tampoco los cabellos ni el ADN más abundante en la camiseta hallada en el lugar y que durante el juicio ha habido indicios de contaminación de las pruebas.