MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa, y el presidente de la Fundación para la Libertad, Nicolás Redondo, han rechazado una posible intermediación con mediadores internacionales para conseguir el fin de ETA, tras subrayar que, por primera vez en ocho años el Gobierno central y el principal partido de la oposición coinciden en "la estrategia de la derrota" de la banda terrorista.
En rueda de prensa para presentar el concierto IN MEMORIAM 11-M, que tendrá lugar el próximo 30 de septiembre a las 19:30 horas en la Auditorio Nacional de Música, en homenaje a todas las víctimas del terrorismo, Nicolás Redondo subrayó la necesidad de "mantener la estrategia actual" de lucha contra ETA al aducir que está dando "buenos resultados".
Redondo admitió que no duda de "la buena fe de muchos" que quieren contribuir al final de ETA, pero avisó que éstos deben saber que "pueden estar siendo mal utilizados" por la banda terrorista. Además, recalcó "el objetivo común" de ETA y de la izquierda abertzale de internacionalizar el final de la banda terrorista y rechazó que "por influencias internacionales" se pueda cometer "un cierto fraude de ley".
Por su parte, Maite Pagazaurtundúa defendió que cada país debe buscar sus propias soluciones y advirtió de que "no puede entrar mediadores" que, en su opinión, sean "equidistantes a la víctima" e insistió en la necesidad en que los terroristas "pierdan la esperanza" de obtener "cualquier tipo de impunidad" frente a sus crímenes, así como "objetivos políticos". Agregó que, a su juicio, los terroristas "están muy débiles pero no han perdido la esperanza".
Preguntados por una posible reinserción de terroristas y una posible amnistía a etarras en un hipotético proceso de negociación, Pagazaurtundúa consideró que "el Gobierno hará lo que tenga que hacer" pero alertó de que única y exclusivamente lo hará "cuando estén maduros todos ellos", en referencia expresa a las redes de apoyo de ETA así como a los que cometen la acción terrorista. Redondo reconoció también que "nunca" rechazará "a nadie que acepte las reglas del juego básicas" que imperan en toda sociedad democrática.