TOLEDO, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Castilla-La Mancha y secretario regional del PSOE en esta región, Emiliano García-Page, se ha ofrecido hoy al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para "contrastar" opiniones en el PSOE de cara al próximo Comité Federal, sobre la posición del partido de cara al futuro una vez que la investidura de Mariano Rajoy resulte fallida, como está previsto, tras la segunda votación de este viernes en el Congreso de los Diputados.
García-Page ha dejado claro que "no está escrito el final" y que hay que ir "piano piano". En este sentido, ha explicado que "no hay que tenerle miedo al Comité Federal". El dirigente socialista ha realizado estas declaraciones a preguntas de los medios, tras firmar en Toledo un convenio de colaboración con el presidente de la Fundación Europea para la Sociedad de la Información, Enrique Barón.
"Si en algún momento hay que tener un punto de inflexión añadida, evidentemente hay que hablar", ha recalcado el dirigente socialista castellano-manchego al tiempo que se ha ofrecido a Pedro Sánchez para hacer las consultas necesarias. "Me pongo a disposición del secretario general en cuanto a llevar a cabo los contrastes de opiniones que sean necesarios a la hora de cuajar una opinión lo más seria con España", ha expuesto.
Y es que el presidente de Castilla-La Mancha considera que en este "batiburrillo político-electoral" es necesario ir "paso a paso" y "no" ve "inteligente querer saber lo que va a hacer el PSOE de antemano". Por ello, ha defendido que los socialista tienen que "madurar" sus posiciones.
No obstante, ha insistido en la necesidad de que el PSOE siga siendo "coherente" con lo aprobado en el Comité Federal en lo relativo al rechazo al PP "como con todo lo demás que dice la resolución" y que se refería también al rechazo a pactar con los independentistas.
NO HACER BARRABASADAS
En esta línea de ser coherentes, el presidente de Castilla-La Mancha ha advertido de que desde el PSOE no pueden ayudar al país traicionándose a ellos mismos. "A ver si por evitar terceras elecciones vamos a ser capaces de cualquier barrabasada", ha alertado.
Por ello, también ha precisado que si están pidiendo al PP que "se entienda con sus aliados ideológicos" y dado el "rechazo a la derecha que defienden la mayoría de los militantes del PSOE", la coherencia debería llevar a los socialistas a "rechazar otras derechas que hay en el país, aunque sean nacionalistas, ya no digamos si son independentistas", ha reiterado.
"Si por coherencia no se puede apoyar a un partido muy contaminado por corrupción, tampoco a otros interlocutores que se permiten llamar a la puerta y que tienen tanta o más corrupción en sus filas", ha dicho García-Page, quien ha defendido que el PSOE no es responsable del fracaso de Rajoy y que algunas de las presiones que éste está realizando a su partido, con la "intención de hacerle daño, sólo consiguen radicalizar más a las bases de la organización en una posición de rechazo".
RAJOY LO INTENTARÁ DE NUEVO DESPUÉS DE LAS VASCAS
Tras asegurar que si desde el primer día el PSOE hubiera sido el "tonto útil" del PP para ayudarle a formar gobierno Rajoy "no se hubiera tomado la molestia de fabricar un acuerdo con Ciudadanos ni con nadie más", se ha mostrado convencido de que el candidato del PP volverá a intentar ser investido una vez pasen las elecciones vascas y gallegas.
Sobre estos comicios, el líder de los socialistas castellano-manchegos ha admitido que estas convocatorias "rizan el rizo" y hacen más difícil las posibilidades de negociación entre las diferentes formaciones políticas, pues "elección significa confrontación y esperar que los ciudadanos se pronuncien".
"Veo que puede cambiar las cosas, aunque sólo sea por la posibilidad de hablar lo que pase después de las elecciones vascas y lo que pase, de forma eventual, en Cataluña donde podría haber elecciones anticipadas", ha concluido.