MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez ha dicho que en la votación que se realizará este jueves en el Congreso rechazará desde su escaño la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, pero no ha avanzado qué hará el próximo sábado, en la segunda votación.
"Vengo a escuchar al candidato Mariano Rajoy. Y mañana, junto con el resto de compañeros, votaré no", ha declarado a los periodistas en el Congreso, por donde no aparecía desde que dimitió en el convulso Comité Federal del pasado 1 de octubre.
Pero al ser preguntado si mantendrá ese mismo voto el sábado, que es cuando el Comité Federal ha ordenado una abstención en bloque, Sánchez ha preferido mantener la incógnita: "El sábado será otro día y ya lo sabréis".
YA NO LLEVA SU CLÁSICA CORBATA ROJA
Pedro Sánchez, que no asistió este miércoles a la reunión del Grupo Socialista previa al Pleno del Congreso, entró en el hemiciclo a las cuatro de la tarde acompañado por algunos de sus colaboradores de su Ejecutiva, como César Luena y María González Veracruz.
A diferencia de los debates de investidura de marzo, protagonizado por él mismo, y de agosto, la primera intentona fallida de Mariano Rajoy, esta vez Sánchez no ha acudido con traje y corbata --habitualmente usaba una de color rojo-- y ha preferido un atuendo informal con camisa de cuadros.
Fue subiendo los peldaños del Salón de Plenos saludando al portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, y a otros miembros de la dirección parlamentaria, que en su día fueron nombrados por su Ejecutiva aunque ahora hayan aceptado la decisión mayoritaria del Comité Federal por la abstención.
También saludó a los parlamentarios de la segunda fila del PSOE, entre ellos el nuevo portavoz en el Senado, Vicente Álvarez Areces, y los miembros de la Gestora María Jesús Serrano y Ricardo Cortés Lastra.
GUIÑOS A LOS DÍSCOLOS, FRIALDAD CON MADINA
Y se vio gestos cariñosos con sus 'fichajes' de la lista de Madrid Margarita Robles y Zaida Cantera, que han anunciado que votará no a la investidura de Mariano Rajoy en contra del criterio del partido, así como con la presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar cancela, que él nombró.
Más frío fue su saludo a Eduardo Madina, el diputado vasco al que derrotó en las primarias de 2014 y que ha sido uno de los puntales del sector crítico con su Ejecutiva. Finalmente 'estrenó' el escaño que le asignó la dirección del Grupo Socialista tras su dimisión, junto con el ex lehendakari Patxi López.
Tras compartir alguna broma con Patxi López, el dimitido líder del PSOE se dedicó a seguir con gesto serio la intervención del presidente Mariano Rajoy, pero siempre muy atento a su teléfono móvil.