MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) - El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado este miércoles que respeta la posición del expresidente del Gobierno Felipe González, a favor de que los socialistas permitan gobernar al PP, y ha pedido a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que aclare si piensa lo mismo que este ex dirigente. "Felipe González está en el bando de la abstención, yo estoy ene el bando del voto en contra a Mariano Rajoy y crear un gobierno alternativo. A mí me gustaría saber en qué bando está Susana Díaz", se ha preguntado Sánchez, en una entrevista en 'eldiario.es', recogida por Europa Press. El líder del PSOE ha respondido así a las palabras de Felipe González, que este miércoles se ha declarado "engañado" por Sánchez, porque asegura que le dijo que se abstendría en una segunda votación para que el líder del PP fuera investido. Sánchez ha defendido su 'no' a Rajoy y ha recalcado que ésta fue la decisión que tomó el Comité Federal el pasado 9 de julio, tal y como ya había respondido en un comunicado hecho público nada más conocerse la entrevista de González. Pero, además, el líder de los socialistas ha retado a Díaz a que explique su posición, porque, a su juicio, "lo importante" es "dar un paso al frente y clarificar y hablar de verdad". "Lo que no puede ser es que yo vaya a un comité federal en julio, hable con todos los líderes territoriales la semana previa, ahormemos una posición política, que es el voto contrario a Rajoy en la investidura, que es una resolución que yo he cumplido, y que en los días previos, el día mismo que estábamos debatiendo en el Comité Federal, hubiera personas del PSOE que estuvieron diciendo que íbamos a modificar la posición en el mes de agosto o posteriormente en ese debate de investidura", ha dicho. Por tanto, ha dicho, cree que es importante que los socialistas se digan "las verdades" y que lo hagan "en el lugar que corresponde", que, en su opinión, es un congreso. "Y que la persona que salga elegida, salga elegida con una posición clara, definida sobre qué pasos tiene que dar el PSOE durante los próximos meses", ha remachado, convencido de que esa decisión va a condicionar el futuro del partido. Porque, a su juicio, si el PSOE se abstiene lo que hará será "abrir la puerta a la legislatura del chantaje" y situarse "en una posición subalterna al PP". Según ha dicho, ésta es la posición a la que ha llegado después de "meditarlo mucho, dudar mucho, consultar mucho y haber tomado una decisión". Por lo que se refiere a su conversación con el expresidente, Sánchez no ha querido hablar del contenido y no ha aclarado si le dijo a González --como ha asegurado-- que se abstendría en una segunda investidura. "No voy a desvelar conversaciones privadas, no es mi estilo", ha dicho, aunque sí ha admitido que ha "dudado cuál debía ser la posición del PSOE". Dicho esto, ha defendido que cree que, en sus "zapatos", González habría actuado igual y ha insistido en que considera que "lo más acertado primero para España y segundo para la izquierda" es que el no a Rajoy. A partir de aquí, Sánchez ha insistido en que en su partido hay un debate y debe resolverse en un congreso y ha pedido a los críticos de la Ejecutiva federal que reflexionen sobre cuál sería el siguiente paso si dimiten, porque se ha preguntado si no se estaría trasladando la idea de que "se va a sustituir el voto de la militancia por una gestora que va a tomar unas decisiones" que él propone que sean sometidas a las bases. Eso sí, les ha animado a que den el paso si lo tienen claro. "Si dimiten, que no esperan a que haya la mitad más uno de la Ejecutiva federal, si consideran que ya no forman parte de este proyecto y que no se sienten identificados con el proyecto que encabezo, no hacer falta que sumen el 50% más uno. Yo, en su lugar, dimitiría hoy", ha dicho. Y dicho esto ha asegurado que si finalmente se producen esas dimisiones, se presentará a las primarias para volver a la Secretaría General. "No me canso, estoy defendiendo la posición que creo que merece mi partido", ha afirmado. Sánchez ha asegurado que no se siente traicionado dentro del partido, pero sí ha lamentado que no ve "el calor y el apoyo de algunos dirigentes" hacia la labor que está desempeñando. Además, ha apuntado que habrá que ver si es "medio partido" el que tiene en contra: "Tendrán que hablar las bases", ha defendido, convencido de que la "puerta" que se abrió hace dos años, para elegir al líder del partido mediante primarias, "no se va a cerrar". "Al secretario general se le elegirá por el voto secreto directo de los afiliados, ya veremos si tengo la mitad o la mitad más uno de la militancia para seguir siendo secretario general", ha defendido. Por lo pronto, se ha mostrado convencido de que el próximo sábado ganará la votación del Comité Federal para celebrar las primarias que ha propuesto para el próximo 23 de octubre. Pero, inmediatamente después, ha insistido en que "pase lo que pase" él se va a presentar a las primarias a la Secretaría General. Dicho eso, también ha admitido que es más difícil convertirse en presidente que resolver la crisis interna, porque Podemos y Ciudadanos han puesto sus "vetos" por delante de la regeneración política. Pese a esto, ha garantizado que su propuesta será ese "gobierno transversal". Así ha respondido también cuando se le ha preguntado si estaría dispuesto a llegar a La Moncloa con el apoyo de los independentistas.