Afea que el concurso no fuera publicitado debidamente y que Portuondo fuera consultor de Bankia y las agencias a la vez MADRID 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un perito de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) ha sostenido este martes que hubo un conflicto de intereses en la elección de las agencias de publicidad Publicís y Zenith para llevar las campañas de lanzamiento de Bankia porque el consultor Alberto Portuondo, que trabajó para la entidad a raíz de la entrada de Rodrigo Rato como presidente, era a su vez quien facilitó a esas agencias entrar en el concurso.
Así se ha pronunciado durante el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Madrid contra el exministro Rodrigo Rato por el incremento presuntamente ilícito de su patrimonio.
Uno de los aspectos que estudia el tribunal es si, como sostiene la Fiscalía Anticorrupción, Rato cobró indebidamente comisiones procedentes de esos contratos firmados con Publicís y Zenith relativos a la fusión y salida a Bolsa de Bankia.
Este presunto ilícito se habría materializado, según el escrito de Fiscalía, a través de un contrato firmado entre una empresa de Rato --Kradonara-- y una empresa de Portuondo --Albisa-- en concepto de consultoría y que habría permitido destinar fondos al exministro y que habrían sido cobrados por Portuondo de las agencias tras hacerse con el concurso.
La sesión, que se ha prolongado por más de 4 horas, ha arrancado con el perito de la IGAE afirmando que lo que se dio en Bankia no fue un concurso como tal porque no se aprobaron pliegos ni se publicitó debidamente dado que lo único que existió fue una invitación a tres empresas. Ha apuntado además que para su análisis, Bankia no localizó la documentación con las propuestas de las otras dos agencias creativas aspirantes, Remo y Shakelton.
Además, centrándose en la figura de Portuondo, también encausado, como facilitador del contrato de las agencias, el perito ha explicado que fue parte del órgano seleccionador de la agencia de publicidad, algo que le impedía firmar los contratos que firmó con Publicís y Zenith y que incluían una comisión que oscilaba entre el 5% y el 28% en función del éxito.
Tras matizar que no ha podido ver o localizar ningún informe de Albisa para esas agencias, sí que ha indicado que por los pagos de Bankia a Zenith (42,9 millones de euros), Albisa se embolsó 851.000 euros; mientras que por el contrato de la entidad con Publicís (8,8 millones), la empresa de Portuondo recibió 1,1 millones. Ha puntualizado que estas cifras no casan con los porcentajes pactados y que en todo caso no encontraba explicación.
EL PERITO DE KPMG DISCREPA
Estas aseveraciones de la IGAE han sido rebatidas por el perito de KPMG que ha explicado que las bases de la convocatoria de Bankia para ese concurso "se adecuó a la práctica general del sector" y que la invitación a solo tres agencias es "normal y habitual".
Ha añadido que en contratos privados la intermediación "es práctica habitual" y "absolutamente frecuente" en agencias de medios, por lo que no le llama la atención la figura de Portuondo. Al hilo, sobre la comisión recibida por Albisa, ha explicado que el análisis de la IGAE es "sesgado" porque no tiene en cuenta que a pesar de que Zenith cobró más de 40 millones de Bankia, la inmensa mayoría fue redirigido a la compra de espacios publicitarios, y ese apartado no se tiene en cuenta en los porcentajes del comisionista.
Tras esto, el perito de la IGAE ha entrado a analizar la relación de Kradonara y Albisa y ha recordado que pactaron que la segunda abonaría unos honorarios mínimos de 40.000 euros al mes durante un año. El experto se ha remitido a un informe de la Agencia Tributaria para destacar que Kradonara carecía de medios personales y de estructura empresarial para realizar ningún servicio profesional y que de hecho no constan trabajos de consultaría para Albisa.
Además, sobre quién decidió contratar a las agencias en el seno de Bankia, ha puntualizado que no fueron autorizados por el Consejo de Administración, y que este órgano en cambio sí autorizó tres decisiones de compra que tenían que ver con la campaña de lanzamiento de la marca y con la salida a Bolsa. A su juicio debía haber autorizado también el contrato que da pie posteriormente a esos gastos.
LAS BASES HABITUALES
Por su parte, uno de los peritos aportados por la agencia Publicís ha señalado que las bases del concurso de Bankia fueron las habituales y que suelen ser fundamentalmente que las participantes no trabajen ya para otras entidades. Y ha explicado que en este caso concreto además se siguió la recomendación de la Asociación de Anunciantes de que fueran tres competidoras.
Al hilo, ha añadido que en contratos de ese tamaño se suele acudir a agencias que tengan estructuras sólidas y no a boutiques creativas, por lo que a su juicio Publicís "de las tres opciones era la lógica y era casi la única en términos profesionales".
Además, ha señalado que la figura del agente intermediario (en este caso Portuondo) como facilitador del acceso a un concurso "es habitual" en el sector y su labor es abrir la puerta para entrar en un concurso, es decir, "aporta la oportunidad de negocio".
SIN CONFLICTO DE INTERESES
En este sentido, ha rechazado que se diera un conflicto de intereses porque además fuera consultor de Bankia en el tiempo en el que asesoró a las agencias de publicidad para que participaran en ese concurso. "Es perfectamente posible que una persona que está de consultor en una empresa recomiende una agencia, yo diría que no es que sea normal, es casi el papel del consultor", ha recalcado, para luego indicar que habría conflicto de intereses si hubiera participado en la toma de decisión final.
Por su parte, otra de las expertas consultadas en el día de hoy y que llegaba a propuesta de las defensas ha señalado que el briefing que se envió desde Bankia a las agencias creativas cumplió con todos los requisitos y elementos habituales.