Maloma Morales, con nacionalidad española, lleva 14 meses retenida en contra de su voluntad por su familia biológica
MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, hará este jueves próximo su primera visita bilateral a Argelia, el principal apoyo del movimiento independentista saharaui del Frente Polisario, en cuyos campamentos de Tinduf permanecen retenidas varias jóvenes que se criaron en España con familias de acogida.
Familiares de algunas de estas jóvenes han solicitado al jefe de la diplomacia española que aproveche su conversación con su colega argelino para expresar su preocupación por la falta de libertad de movimiento de las chicas, una de las cuales, Maloma Morales, tiene nacionalidad española.
Como tantos niños y niñas saharauis, Maloma pisó por primera vez España con 7 años para pasar el verano con una familia de Sevilla en el marco del programa 'Vacaciones en paz'. Tras participar en el programa durante varios estíos, a los 12 años las dos familias acordaron que la joven se quedara en España.
Después de una década sin viajar a los campos, el 5 de diciembre de 2015 se desplazó a Tinduf con su padre adoptivo. El día de su regreso, fue secuestrada por su hermano y no se le ha permitido volver a España. El 22 de abril de 2016, las fuerzas de seguridad del Polisario intervinieron para liberar a la joven, pero acabaron cediendo a la presión de la familia biológica, a la que entregaron de nuevo a la joven.
MATRIMONIO FORZOSO
El padre adoptivo de la joven, Pepe Morales, ha denunciado que este fin de semana pensaban casar a Maloma con un hombre de su tribu, para devolver el honor de su hermano, ofendido por la unión civil que Maloma, estando aún en Sevilla, llevó a cabo con un joven español. Ambos se hicieron pareja de hecho.
Durante todo este tiempo, el cónsul de España en Argel ha visitado a Maloma en los campamentos en tres ocasiones, pero la joven siempre ha estado acompañada por miembros de su familia o tribu. Gracias a las gestiones del Gobierno español, Pepe Morales y su mujer fueron finalmente autorizados por el Frente Polisario --tras seis meses intentándolo-- a pasar tres días en octubre pasado en los campamentos para visitar a Maloma.
De nuevo, Maloma nunca estaba a solas con ellos, según explica a Europa Press Pepe Morales, que asegura que la joven querría regresar a España. El Gobierno español también desearía que se permitiese a la joven manifestar libremente, es decir, en un lugar neutral y sin la presión de su familia biológica, dónde quiere vivir, pero hasta el momento esto no ha sido posible.
Pero existen más casos como el de Maloma, aunque ella sea la única que tiene nacionalidad española, que adquirió después de que su familia de acogida la adoptase cuando adquirió la mayoría de edad.
MÁS CASOS
Uno de esos casos es el de Nahjiba Mohamed Belkacem, hija de una parlamentaria del Polisario y que residía desde el año 2000 con el matrimonio formado por José María Contreras y Manuela Calvo en Rociana del Condado (Huelva).
"Se quedó con el consentimiento de su familia biológica por sus problemas de movilidad en una pierna (le diagnosticaron pie equino y flexo de rodilla)", relata Contreras, que formalizó la acogida temporal bajo la autorización de la Delegación saharaui.
La joven visitaba periódicamente los campos, y sus familiares han visitado Huelva. Pero allá por 2010, Nahjiba presentía lo que le podía ocurrir si regresaba a los campos y permaneció tres años sin ir.
En diciembre de 2013 visitó a su familia en el campamento de Smara para obtener los documentos necesarios para tramitar la nacionalidad española. No regresó. En la actualidad habla periódicamente con su familia adoptiva, a la que ha informado de que está retenida en contra de su voluntad.
Contreras, junto a las familias de acogida de otras dos jóvenes saharauis que permanecen retenidas en Tinduf, ha denunciado estos casos ante el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU con la esperanza de que estudien la situación y se pronuncien sobre estos casos.
Al igual que Pepe Morales, Contreras está intentado ser recibido por el ministro de Exteriores. Aunque es consciente de que Nahjiba no tiene la nacionalidad española, cree que el Gobierno español debería implicarse también en el resto de casos por tratarse de jóvenes que residieron durante años en el país.