MADRID, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional ha participado desde principios de los 90 en más de 20 misiones internacionales en Asia, África, América y Europa que, según el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, poseen "un importante papel para estabilizar y desarrollar la sociedad que surge en países en guerra o con tensiones bélicas".
El cuerpo policial mantiene su colaboración con los organismos internacionales durante casi 25 años, ayudando en la estabilización de regiones convulsas y en programas de desarrollo de infraestructuras de seguridad. La mayoría de ellas se llevan a cabo con Naciones Unidas, la Unión Europea y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), según informa la Policía en una nota.
Actualmente, los agentes están desplegados en ocho misiones: tres de ellas dirigidas por Naciones Unidas, en Haití, Liberia y Guinea Bissau, y otras cinco por la Unión Europea, en Afganistán, Níger, Guinea Conakry, Cuerno de África y en los territorios palestinos.
Entre los resultados más visibles destaca el trabajo de los agentes de la Policía Nacional desplazados a Guatemala colaborando en las investigaciones llevadas a cabo por la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala (respaldada por la ONU) en las que los agentes lograron reunir pruebas incriminatorias para que la Fiscalía de ese país ordene el ingreso en prisión del expresidente del Gobierno y su ministro del Interior, huido en España.
Según la Policía, el campamento de los agentes desplegados en Afganistán es uno de los que debe adoptar mayores medidas de seguridad, ya que ha sido objeto de ataques por comandos de talibanes. La Unión Europea tiene por objetivo el desarrollo de la policía afgana mediante programas de formación, asesoramiento y apoyo pero la lucha contra la insurgencia que presiona violentamente al país dificulta los planes europeos y ha obligado a los policías a afrontar ataques de la insurgencia en plena ciudad de Kabul.
Haití es la misión más numerosa y situada en una zona estratégica. El terremoto de 2010, la inestabilidad política y las continuas catástrofes y epidemias que se han sucedido desde entonces, dificultan "enormemente" el trabajo en esta misión. La Policía recuerda que "ese terremoto de enero de 2010 acabó con la vida de la subinspectora Rosa Crespo, uno de los miembros de la Policía Nacional integrantes de esta misión".
La Policía ha destacado que estas misiones internacionales permiten, mediante la unión de los estados miembros en torno a un organismo intergubernamental, la multiplicación de las capacidades individuales de cada uno de ellos por el número de sus miembros, en la lucha contra las amenazas comunes.
Durante la clausura del VIII curso sobre misiones policiales internacionales en zonas de conflicto en el que han participado 20 agentes de la Policía Nacional, Cosidó resaltó "la necesidad de estas misiones para el resurgimiento y establecimiento de instituciones civiles en poblaciones marcadas por guerras", ayudando a crear unas estructuras de seguridad locales que cumplan con los estándares democráticos y el respeto a los derechos humanos.
EQUIPOS POLICIALES MULTICULTURALES
La División de Cooperación Internacional de la Policía Nacional realiza una selección previa de los agentes interesados y les prepara para participar en el proceso selectivo internacional, ya que son los organismos internacionales quienes designan a los agentes que formarán parte de equipos policiales operativos multiculturales. El curso clausurado el viernes contribuye a formar a los agentes con un alto nivel de cualificación para el trabajo diario de una misión internacional y de cara a los procesos de selección de los organismos internacionales que gestionan estas misiones.
El perfil de los policías que participan en estos servicios abarca todas las especialidades, -aunque la mayoría cuenta con un extenso currículum en seguridad y protección-, y todos ellos poseen un alto nivel de idiomas. Los agentes deben integrarse en equipos formados por miembros de policías de distintos países y operar en una población extraña, afectada por graves problemas de seguridad y un elevado riesgo de contraer enfermedades.