El sobrino del ventrílocuo pidió dinero de la sociedad a una empleada para "ir a la ferretería", palabra-clave que se vinculan con droga
MADRID, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Policía Nacional sospecha que Carlos Brambilla, integrante de la red de José Luis Moreno y supuesto dirigente de una organización dedicada al narcotráfico, quería "establecer" su "propio laboratorio" en España, como así se desprende de una conversación telefónica intervenida por los agentes.
En un informe del pasado 20 de enero --al que ha tenido acceso Europa Press-- que figura en el sumario de la causa que se instruye en el Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional, los investigadores aluden a una llamada entre Brambilla y una mujer colombiana llamada Mona en la que ambos se refieren a la apertura de una ferretería.
De esta forma, y utilizando "claramente un lenguaje convenido que ambos entienden", Brambilla podría estar "refiriéndose a que quieren establecer aquí, en España su propio laboratorio". "Lo que les delata sería referirse a los químicos, que dicen que no quieren competencia aquí, que sería peligroso", señalan los agentes.
En esa llamada, realizada el 12 de enero de 2020, el que era integrante del escalón superior de la jerarquía en la red de Moreno le explica a Mona "que las cosas están complicadas". "Esta gente no va a poder abrir la ferretería, todo se va a paralizar un poco", la relata, revelando que "había que pasar una moneda" que "esta gente" no iba a poder "pasar".
Así, Brambilla le dice a la mujer colombiana que lo que "van a hacer para apoyarla" es facilitarle "tres meses de arriendo para que pague la renta", enviándole comida "mientras se ve como despega la cosa". De esta forma, le pide que "le mande tres nombres y él" le haría "llegar desde ahí o desde Ecuador hasta a ver qué pasa" y si "estos despegan lo de la ferretería para ponerse a trabajar".
NO LE VEÍA "FUTURO A LO DE LOS QUÍMICOS" POR SER "PELIGROSO"
En la conversación telefónica, Brambilla le confesó a la mujer que "la ferretería era lo que él pensaba" y aseguraba que "no le ve futuro" a "lo de los químicos" que han hecho "estos" al considerarlo "competitivo y hasta peligroso". Es entonces cuando a Brambilla "se le ocurrió lo de la ferretería", aunque hace mención a que "ellos tienen una grande que les hace competencia". "Por eso hay que esperar", añade.
En el informe también consta una conversación mantenida entre Raúl Fernández Rodríguez, sobrino y socio de José Luis Moreno, y Rosa Santamaría, una de las empleadas del ventrílocuo, en la que también se hace referencia a la ferretería. En la misma, según la policía, Raúl estaría pidiendo a la mujer que "cogiera dinero de la caja de sociedad para el consumo de drogas".
Todo ello después de que Raúl llamase a Natalia Fernández Rodríguez, también sobrina de Moreno, para decirle que "necesitaba dinero urgentísimo para irse a la ferretería". "¿Qué pasa?", le pregunta Rosa a Raúl, que le repite que necesita una cantidad determinada de dinero. "Dame tanto billete y después dámelo en 10 y en 20", le instó el, a lo que Rosa le respondió: "Raúl, no tienes desperdicio".
EL SOCIO NARCO
Según figura en el sumario, la Policía sitúa a Brambilla como el dirigente de una organización que se dedica supuestamente al narcotráfico y cuyos beneficios económicos son empleados en la constitución y dotación de solvencia de un entramado mercantil fraudulento con un doble propósito.
Por un lado, se encargaría de utilizar mercantiles de importación de productos, principalmente desde países considerados "zonas calientes" por su relación con el narcotráfico, desde los que importaban sobre todo fruta, madera o café, simulando una actividad normal, ganándose la confianza de los servicios de control aduanero, para posteriormente introducir en España la mercancía ilícita.