Tras una primera semana optimista, el descenso de Ciudadanos y el debate con Sánchez, han provocado en el PP miedo a perder el Gobierno
MADRID, 19 Dic. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Marisa Piqueras) -
"No sabemos lo que va a pasar este domingo". Es la frase de un miembro del comité de campaña del PP que resume la incertidumbre que se ha instalado en la cúpula del partido ante unas elecciones decisivas que son, seguramente, de las más abiertas de la democracia española. Ante este panorama tan incierto, y después de una campaña en la que el partido no ha despuntado, Mariano Rajoy ha recurrido al 'discurso del miedo' ante la posibilidad de que un pacto de izquierdas le desaloje de La Moncloa.
Aunque el PP comenzó con optimismo la campaña electoral, el descenso de Ciudadanos en las encuestas y el debate "a cara de perro" con Pedro Sánchez, han provocado en la formación temor a perder el Gobierno, máxime cuando en estos quince intensos días de caravana electoral sólo han conseguido una "mejora ligerísima" en sus sondeos, según fuentes del comité de campaña.
Por el contrario, el PP ha apreciado que la remontada de la que hablaba Pablo Iglesias hace más de dos semanas ha empezado a reflejarse en las encuestas, situándose "prácticamente en un empate técnico" con el PSOE. Eso ha llevado a los 'populares' a centrar sus últimos mensajes en una apelación al voto útil y alertar contra una posible coalición "PSOEmos" y de "super rojos" liderada por el secretario general de Podemos.
Los datos que maneja del PP -con Podemos como segunda o tercera fuerza, y Ciudadanos como cuarta, pero muy cerca de las otras dos-- dibujan un Parlamento muy fragmentado que pondrá fin al bipartidismo tradicional que ha existido en España en los últimos 30 años. "Los parámetros de análisis han saltado por los aires", sostiene un dirigente del PP, que advierte de que con el actual panorama es más complicado que el PSOE y el PP se beneficien de los restos que hasta ahora ha aumentado su bolsa de escaños.
RIVERA, OPCIÓN DE PACTO PARA EL PP
En los últimos días de campaña, Rajoy ha dejado claro que no quiere oír hablar de pactos hasta que "no hablen los españoles". Sin embargo, en las filas del PP admiten que Ciudadanos es la formación con la que pueden entenderse y llegar a un acuerdo, como ha ocurrido en la Comunidad de Madrid, en La Rioja o en Castilla y León.
Además, en las filas del PP advierten que si Ciudadanos es cuarta fuerza y el PP saca una distancia considerable sobre el segundo, será "muy difícil" que Rivera no permita un Gobierno de Mariano Rajoy. Su argumento es que un 'no' en la investidura abriría un debate político interno muy potente que pasaría también factura a la formación naranja.
Aunque fuentes del comité de campaña no han descartado una gran coalición con el PSOE "a la alemana" si no salen los números con Ciudadanos, ven muy difícil que pueda cuajar esa opción. Eso sí, esa posibilidad podría ponerse encima de la mesa si los resultados del 20 de diciembre colocan a los socialistas en la difícil disyuntiva de tener que elegir entre apoyar a Mariano Rajoy como presidente o a Pablo Iglesias.
Para Rajoy es clave que haya un gobierno estable para consolidar la recuperación económica, algo en lo que ha hecho hincapié en esta última semana. De hecho, llegó a asegurar en un encuentro informal con los periodistas que él prefería un pacto de gobernabilidad, más que acuerdos puntuales, para poder ejecutar un programa de Gobierno y trasladar al exterior una imagen de certidumbre y seguridad que no ponga en riesgo lo conseguido hasta ahora.
LA PROMESA DE LOS 20 MILLONES DE EMPLEOS
Los 'populares' esperan que los ciudadanos piensen en su bolsillo antes de depositar su voto. Por eso, Rajoy ha dedicado el grueso de su campaña en fijar el empleo como su prioridad si gana las elecciones, con la promesa "estrella" de llegar a 20 millones de personas trabajando al final de la próxima legislatura. Además, ha puesto el acento en la rebaja fiscal y en las ayudas para jubilados, jóvenes y autónomos.
En 'Génova' no saben calibrar si tendrá algún tipo de influencia a la hora de votar el caso del cobro de comisiones que ha afectado en plena campaña al embajador en La India Gustavo de Arístegui y al 'número dos' por Segovia, Pedro Gómez de la Serna. Los 'populares' lamentan que este último se haya "enrocado" y no haya renunciado a ir en la lista del PP, máxime cuando es probable que no logre el escaño por su provincia.
Rajoy solo se ha enfrentado a un debate electoral en campaña con Pedro Sánchez y del que salió visiblemente molesto tras las acusaciones del socialista de que no era una "persona decente". El PP considera que el presidente ganó ese 'cara a cara' porque, al defender su honorabilidad, Sánchez no consiguió "matarle políticamente" "Y si no matas, pierdes", resumen fuentes del comité de campaña del PP, que creen que ese duelo no ha servido para mover voto.
EL PUÑETAZO Y EL ACCIDENTE DE KABUL
Los 'populares' han diseñado una campaña alejada de los grandes mítines en polideportivos del pasado (su mayor acto ha sido en la plaza de Las Rozas y no consiguió llenar el aforo de 4.000 personas). Rajoy quería hacer una campaña cercana y en la calle, con numerosos paseos, que le llevaron a recibir un puñetazo el pasado miércoles en Pontevedra. El partido desconoce si ese incidente, que ha sido epicentro informativo en los últimos días, tendrá algún tipo de influencia en el resultado del domingo.
Además, en pleno ecuador de la campaña se produjo el asesinato de dos policías en la Embajada de española de Kabul (Afganistán). Aunque en un principio hubo algunas críticas por las informaciones proporcionadas por el Gobierno -primero negó que hubiera víctimas y tuvo que rectificar una hora después--, el PP cree que se gestionó correctamente al convocar el pacto antiyihadista y dando una imagen de unidad de las fuerzas políticas.
EL PP, A POR LOS MAYORES
Una novedad de estas elecciones es que el PP ha dado prioridad a las entrevistas de Rajoy en programas como el de Bertín Osborne 'En tu casa o en la mía' de TVE o 'Qué tiempo tan feliz' de María Teresa Campos en Telecinco. En la dirección del partido están contentos con el resultado porque les ha permitido llegar a una audiencia más amplia y dar a conocer el lado más humano de Rajoy.
Pero sobre todo la presencia del presidente en esos dos programas, unido a sus visitas a varias residencias de ancianos, ha servido para captar el voto de los mayores. Fuentes de la campaña del PP reconocen que en el voto de los jóvenes compiten con los partidos emergentes (y apenas vota el 50% de ellos) mientras que hay alrededor de ocho millones de personas mayores de 65 años y suele acudir a las urnas eel 80%.
Por eso, este colectivo ha sido clave en la campaña que ha diseñado el PP, que incluye medidas como la de permitir seguir trabajando después de la jubilación sin pagar IRPF pero con unos "límites" que el partido aún no ha precisado.