MADRID 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Partido Popular ha rechazado este martes en el Congreso derogar la Ley de Seguridad Ciudadana aprobada en 2015, bautizada por sus detractores como 'Ley Mordaza', alegando que es una norma necesaria para hacer frente a la amenaza del terrorismo yihadista.
"Es una ley garantista porque España no es Cuba ni Venezuela", ha defendido el diputado 'popular' José Alberto Martín-Toledano, que ha recordado el nivel 4 --sobre 5-- de alerta antiterrorista para sostener que no es posible derogar esta ley aprobada con el voto favorable del PP y de UPN.
No obstante, ha reiterado la invitación al diálogo que ya lanzó a la oposición la semana pasada el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, para "avanzar en propuestas razonables para una política de Estado en materia de seguridad".
Para ello, Martín-Toledano ha solicitado que se pase página con respecto a la etapa de Jorge Fernández Díaz, reclamando al resto de grupos que abandonen las "intervenciones tremendistas que buscan un titular de prensa".
El Pleno del Congreso ha debatido este martes una moción del PSOE en la que se demanda al Gobierno, entre otras cuestiones, tomar las medidas necesarias para derogar la Ley de Seguridad Ciudadana. El PP y Foro de Asturias han adelantado que rechazan esta propuesta y Ciudadanos ha optado por la abstención.
Este grupo también se abstuvo el pasado 5 de abril cuando la Comisión de Interior aprobó una iniciativa similar a instancias de ERC y que salió adelante con el único voto en contra de los 'populares'.
EL PP ACEPTA OTROS PUNTOS
El PP, en cambio, este martes sí ha respaldado otros tres de los cinco puntos de la moción del PSOE, al entender que el Gobierno de Mariano Rajoy trabaja para incrementar las plantillas de las fuerzas de seguridad del Estado y de Instituciones Penitenciarias, así como para reducir los robos en viviendas, reducir la siniestralidad vial o mejorar la transparencia de los centros de internamiento de extranjeros (CIE).
El PSOE ya había anunciado que no iba a aceptar enmiendas para poder votar su iniciativa original punto por punto y así forzar a los demás grupos de la oposición a 'retratarse' en cada asunto.