El PP registra en el Congreso su reprobación de Grande-Marlaska por la tragedia de Melilla

MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

El PP ha registrado en el Congreso una moción reclamando al presidente Pedro Sánchez la destitución del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por su gestión de la tragedia en Melilla del pasado 24 de junio, que dejó una veintena de muertos. Eso sí, todo apunta a que no se votará en el Pleno hasta el mes de febrero, cuando se reanude el periodi ordinarios de sesiones plenarias.

La moción es consecuencia de la interpelación que el PP dirigió al titular de Interior el pasado miércoles en el Pleno, donde reprochó a Grande-Marlaska haber "mentido" y "ocultado" la tragedia. "Nadie le cree", dijo la diputada 'popular' Ana Vázquez, aludiendo a los grupos parlamentarios, investigaciones periodísticas y a ONG como Amnistía Internacional.

En el texto presentado por el PP, recogido por Europa Press, critican la gestión del ministro del Interior y la "frialdad" de Sánchez ante la tragedia "de extraordinaria magnitud" y hace hincapié en que Grande-Marlaska, en sus diferentes comparecencias en el Congreso, ha intentado "cerrar a cualquier precio" su responsabilidad y la del Gobierno en la crisis provocada por la tragedia.

"Evidentemente, el señor Marlaska mintió y continúa mintiendo", dice el PP, que también afea al ministro "la espiral de mentiras" en la que "se ha enredado" para "defender la actuación de la Gendarmería y el Gobierno de Marruecos".

Así, quiere recabar el apoyo del resto de grupos parlamentarios para urgir a Sánchez a destituirle de forma "inmediata", "ante su negativa a asumir su responsabilidad política". Del mismo modo, el PP pide reprobar a Grande-Marlaska por "su falta de sensibilidad, la ocultación de información, los datos falsos facilitados y sus mentiras vertidas en sede parlamentaria".

Hasta ahora Marlaska ha superado una decena de peticiones de reprobación en el Congreso por distintos asuntos, pero en el tema de la tragedia de Melilla su gestión no ha sido sólo criticada por la oposición, sino también por sus socios de Unidas Podemos y buena parte de los aliados parlamentarios del Gobierno.