La presidenta de Extremadura apoya el plantón de Ayuso a Sánchez y denuncia un "acoso y derribo" del Gobierno

MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de Extremadura, la 'popular' María Guardiola, ha expresado su "apoyo y cariño" a su homóloga madrileña, Isabel Díaz Ayuso, por rechazar reunirse bilateralmente con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, a la vez que ha denunciado un "acoso y derribo" por parte del Gobierno central a la dirigente madrileña.

Así se ha pronunciado Guardiola en la rueda de prensa posterior al encuentro bilateral que ha mantenido este viernes con Sánchez en el Palacio de La Moncloa sobre la decisión de Ayuso de no acudir a esta ronda de reuniones por el cupo catalán y ante los ataques que dice estar sufriendo por parte del Gobierno.

En este contexto, la presidenta extremeña ha recalcado la denuncia de un "acoso y derribo" por parte del Gobierno hacia Ayuso y ha apostillado que "no debe cuestionarse" la lealtad institucional de la mandataria madrileña.

Sin embargo, ha defendido que "su posición era distinta" porque desde que alcanzó la Presidencia del Gobierno de Extremadura no había tenido la oportunidad de despachar con el jefe del Ejecutivo y este encuentro bilateral era el momento para hacerlo.

Por ello, ha insistido en que Ayuso "ha tenido infinitas ocasiones" de tratar con el presidente del Gobierno al ser la presidenta de la región capitalina, volviendo a denunciar que es Sánchez el que "confronta" con la Comunidad de Madrid.

"No está en cuestión la defensa que hace Isabel Díaz Ayuso de todos los madrileños cada día y con toda su fuerza las medidas que está poniendo en marcha, cómo está dinamizando la economía. Desde luego, está fuera de duda. Yo no creo que haya perdido ninguna oportunidad. Yo sí que creo que yo tenía que aprovechar la mía", ha proclamado Guardiola.

Por último, ha reivindicado su presencia en Moncloa "por el pueblo extremeño", no por Pedro Sánchez, unas palabras que luego han sido utilizadas por el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, para interpretar que Ayuso deja "la silla vacía" y no acude por los madrileños.