El presidente regional y el delegado del Gobierno en Cantabria han visitado la zona
SANTANDER, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, se ha desplazado a Casar de Periedo para visitar la zona donde este viernes ha descarrilado un tren de FEVE y ha reconocido que, si no hubiera sido por dos árboles que han evitado que uno de los vagones cayera al río Saja, "probablemente la trascendencia" del accidente, en el que ha habido catorce heridos, podría haber sido "peor".
"La visión de los hechos impresiona", ha afirmado Diego tras inspeccionar la zona acompañado por el delegado del Gobierno en Cantabria, Samuel Ruiz.
Ha explicado que ambos se han trasladado al lugar de los hechos "ante las noticias" que les llegaban del accidente que, según ha confirmado, ha sido provocado por un desprendimiento de rocas que ha producido el descarrilamiento de tres unidades del tren.
Este es el motivo que Adif ya había trasladado como posible causa del suceso.
"PENDIENTE" DE LOS HERIDOS
El presidente regional ha señalado que ahora está "pendiente" de conocer el estado de los heridos y ha confiado en que sus lesiones "no tengan mayor trascendencia".
Ha informado de que, en principio, el que más ha preocupado ha sido un herido que tiene un traumatismo en la cabeza y la clavícula rota, mientras que el resto no presenta problemas que puedan inducir a preocuparse de manera grave.
Diego ha señalado también que ha recibido una llamada de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que se ha ofrecido a desplazarse inmediatamente a Santander.
Esto ya lo ha hecho el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, que se ha desplazado desde Madrid y está a punto de llegar a Valdecilla para visitar a los heridos.
De ello han informado a Europa Press fuentes de la compañía, que han explicado que Gómez-Pomar visitará la zona del accidente este sábado.
El presidente regional ha informado de que, además, en estos momentos personal de la compañía ferroviaria preocupándose de cómo volver a poner de nuevo en funcionamiento la vía, si bien ha adelantado que, "probablemente", requiera horas para poder quedar despejada y volver a estar en servicio.