Niega que se radicalizara en prisión, donde coincidió con el condenado por planear atentar contra la Audiencia
MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Farid Mohamed al Lal, el presunto cabecilla de una célula yihadista desarticulada en enero de 2015 en Ceuta en el marco de la Operación 'Chacal', ha explicado ante el tribunal de la Audiencia Nacional que él no está sentado en el banquillo de los acusados por delitos de integración en organización terrorista, sino por el actor José Coronado, en alusión a la serie El Príncipe, barriada donde residía el procesado.
En el marco de la vista que ha comenzado este martes contra los seis presuntos yihadistas a quienes se les imputa delitos de integración en organización terrorista y tenencia de armas, Farid, que se ha presentado como "delincuente de toda la vida", ha respondido a preguntas de su abogado con un relato inverosímil argumentando que el actor entró su domicilio vestido de policía junto con otros agentes y le asestó un puñetazo, implicando también a Hiba Abouk, actriz de dicha serie.
Al Lal, que se enfrenta a una pena de doce años y medio de prisión por los dos delitos, ha reconocido a preguntas de las partes que colgó vídeos caseros en redes sociales de diferentes entrenamientos que hizo con otros acusados, hermanos suyos, y con un audio que recogía cánticos de la yihad.
Al respecto ha dicho que su vecino indexó la música a los vídeos "porque le gustaba el ritmo" pero ha descartado cualquier vinculación con el yihadismo, pese a la tesis defendida por el fiscal Anticorrupción, Daniel Campos, quien apunta que la célula desarticulada en dos fases a principios de 2015 estaba adscrita al DAESH con "determinación de llevar acciones armadas en España".
El acusado , detenido con el resto en la barriada de El Príncipe, también ha rechazado ante el tribunal de la Sección Cuarta de la Sala de Lo Penal que colgara en sus perfiles fotos del Vaticano cubierto por banderas yihadistas o de los atentados a las Torres Gemelas acompañadas de un texto en el que los justificaba y al respecto se ha limitado a señalar que "mucha gente" tenía acceso a su ordenador personal.
"¿CÓMO VOY A SER ISLAMISTA SI VEO PORNO?"
"¿Cómo voy a ser partidario del Estado Islámico si yo veo porno y salgo en fotos medio desnudo? Eso no lo haría uno del EI", ha afirmado a preguntas del representante del Ministerio Público el acusado quien ha negado además que el material requisado por la Policía en los registros efectuados en su domicilio fuera suyo y que lo único que tenía eran "armas de plástico" de sus sobrinos y cuchillos que empleaba para "la fiesta del borrego".
Preguntado por si considera una respuesta legítima atentados terroristas como el de las Torres Gemelas de 2001, el acusado se ha limitado a decir que la gente "tiene derecho a defenderse" y que no por ver un vídeo con tinte terrorista tiene que compartir esa ideología. "Presumimos que estamos en un país democrático. ¿Por ver un vídeo tengo que ser terrorista? ¿Y si veo un vídeo porno tengo que ser actor porno?", se ha preguntado ante el tribunal que preside la magistrada Ángela Murillo.
Farid Mohamed ha negado que se radicalizara en el centro penitenciario de Topas (Salamanca) coincidiendo con Mohamed Achraf, condenado en 2008 por planear atentar con un camión bomba cargado con 500 kilógramos de explosivos contra la sede de la Audiencia Nacional. En un primer momento ha dicho que solo se juntaba con él en el patio para rezar pero que no tenía más relación si bien luego ha precisado que le "cogió cariño" sin dar más detalles al respecto.
SIN VÍNCULOS CON CHARLIE HEBDO
Los otros dos encausados, que también han respondido a las preguntas del fiscal, se han pronunciado en la misma línea negando cualquier vínculo con el Estado Islámico y con los terroristas que atentaron contra la sede del semanario Charlie Hebdo en París en enero de 2015, pese al "gran paralelismo" que advirtió el Ministerio Público entre las partes y que así lo expuso en su escrito de acusación.
Tanto Mohamed Mohamed al Lal como Yunes Mohamed al Lal, ambos hermanos del presunto líder de la célula, han negado que fueran religiosos y que el material incautado en el domicilio --entre el que se encuentra una pistola glock, una recortada, armas blancas, pasamontañas, placas de matrícula de vehículos españoles y munición de diverso tipo-- los poseyeran para emplear con fines terroristas.
Mohamed al Lal ha indicado ante las preguntas de las partes que él era poseía un arma pero de aire comprimido y que "nunca" ha visto una pistola "de verdad"; respecto a su perfil en las redes sociales ha descartado que publicara contenidos relacionados con el radicalismo islámico y que rechaza "totalmente" cualquier vínculo con el mismo.
"UN BALA PERDIDA"
Yunes Mohamed al Lal, por su parte, ha reconocido que los cartuchos requisados son suyos y que los tenía porque estaba arreglando una escopeta de un amigo y se quedaron dentro. Al Lal ha subrayado que mantiene una relación "distante" con sus hermanos, describiendo a Farid como "un bala perdida" a pesar de que el fiscal destacó que el grupo se basaba en "relaciones de consanguinidad y máxima confianza".
Los hermanos Anuali Ali Amzal y Reduan Ali Amzal, que fueron detenidos en un segundo operativo en marzo de 2015, han negado también estar interesados en el Estado Islámico e incluso se han posicionado "en contra" del terrorismo. "Me acusan de algo que no tengo nada que ver, no me entra en la cabeza", ha sido la respuesta de Anuali.
La defensa de Reduan Ali Amzal, el cual tras su detención quedó en libertad por decisión del magistrado instructor al comprobar que sufre una discapacidad psíquica, ha insistido en esta primera vista en mostrar que el acusado precisó de ayuda para crearse un perfil en una conocida red social donde, defiende, no colgó material audiovisual sobre el yihadismo islámico.
PELEAS ENTRE BANDAS
El último en someterse a las preguntas del fiscal y la defensa ha sido Abdel Abdel lal Ahmed, conocido de Farid. "Yo no soy un santo pero soy inocente de lo que me acusan y no es cierto que pertenezca a una célula terrorista, nunca he practicado ni tengo perfiles de Facebook, solo me dedico a buscarme la vida para darle a mis hijos de comer", ha respondido al fiscal Anticorrupción.
El acusado ha justificado la pertenencia en su domicilio de armas y de un chaleco antibalas debido a las amenazas de muerte que había recibido de algunas bandas existentes en la barriada y sobre la cuestión ha confesado que pertenece a una de ellas pero desvinculándose en todo momento del Estado Islámico del que ha dicho que "está en contra".
"Dentro de la cárcel es más fácil comer la cabeza que en la calle. Mi religión no dice que te tengas que inmolar o hacerle daño a la gente y yo estoy en contra de ellos, para los que soy un infiel", ha sentenciado ante la magistrada Ángela Murillo.
Los seis acusados, de nacionalidad española y origen marroquí, han explicado que se conocen de verse por la barriada y que no cuentan con trabajo por lo que algunos, como el líder de la célula, roban para tener sustento. Todos ellos --a excepción de Farid-- se enfrentan a una pena de ocho años de prisión por delito de organización terrorista y dos años y medio por tenencia de armas.