MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las elecciones autonómicas en Cataluña del próximo 21 de diciembre serán las terceras consecutivas que se celebran de forma anticipada en esta comunidad autónoma como consecuencia del 'procés' independentista. Con ellas se habrán convocado en Cataluña un total de cinco elecciones anticipadas --más que en ninguna otra autonomía-- desde que se restableció la Generalitat en 1979.
Los comicios del 21-D serán los cuartos que tienen lugar en Cataluña en la última década, sumándose así a los de 2010, 2012 y 2015. Estas elecciones son las primeras que no convoca el 'president' de la Generalitat al haberlo hecho el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, al amparo del artículo 155 de la Constitución con motivo de la declaración de independencia aprobada por el Parlament.
Las otras comunidades en las que se han anticipado elecciones son el País Vasco, Andalucía y Asturias. En el País Vasco se han adelantado en tres ocasiones (1986, 2001 y 2012) y en Andalucía, en dos (1996 y 2015). En Asturias hubo comicios anticipados en 2012 y se volvieron a celebrar en 2015, ya que al no contar con un 'estatus' especial como las comunidades históricas (Galicia, País Vasco, Cataluña y Andalucía) debe convocar elecciones junto al resto de autonomías.
Asimismo, en la Comunidad de Madrid se produjeron dos elecciones diferentes en 2003 debido a la imposibilidad de conformar un ejecutivo tras la primera convocatoria electoral. El PP de Esperanza Aguirre se había quedado, con 55 escaños, a uno de la mayoría absoluta y el PSOE e IU sumaban entre los dos los 56 necesarios. El día en el que se votaba la Presidencia de la Cámara regional, dos diputados del PSOE no acudieron a la votación en el conocido como 'Tamayazo' --en referencia al socialista Eduardo Tamayo--. La 'popular' Concepción Dancausa fue nombrada presidenta de la Asamblea de Madrid y ni el PP ni el PSOE con IU lograron formar gobierno. En la repetición electoral, el PP obtuvo la mayoría absoluta.
LAS ELECCIONES ANTICIPADAS EN CATALUÑA
En 1995, el entonces presidente del Govern Jordi Pujol firmó el decreto de disolución de la Cámara catalana el 25 de septiembre, anticipando los comicios al 19 de noviembre de ese año. En aquella ocasión, CiU perdió la mayoría absoluta que ostentaba desde 1984, pero volvió a ser la fuerza más votada con más de un 40 por ciento de los votos y obteniendo 60 escaños. El PP, que en 1996 se hizo con el Gobierno a nivel nacional por primera vez, fue el más beneficiado con aquel adelanto electoral al sumar 17 escaños; diez más que en 1992.
El siguiente anticipo electoral en Cataluña fue en 2006, cuando se rompió el tripartito por las diferencias existentes en torno al texto del nuevo Estatuto de Autonomía. CiU fue la primera fuerza política en las elecciones de 2003, pero una coalición del PSC, ERC e Iniciativa Per Catalunya Verds-Esquerra Unida i Alternativa conformó un tripartito en el Gobierno catalán con el ex primer secretario socialista José Montilla como presidente.
El Estatut redactado por el tripartito, y consensuado con CiU, fue enmendado en el Congreso de los Diputados tras su aprobación en el Parlament, lo que supuso la ruptura del Ejecutivo regional al considerar ERC que el resultado final era "insuficiente". El Estatut, que fue recortado por el Tribunal Constitucional en 2010 tras los recursos de inconstitucionalidad presentados por el PP, fue aprobado en junio de 2006 en referéndum por los catalanes. Pese a ello, la Cámara catalana se disolvió y se anticiparon elecciones.
El 27 de septiembre de 2012, tras la manifestación independentista del 11-S en la Diada, se votó en el Parlamento catalán una moción en la que se pedía realizar una consulta sobre la independencia de Cataluña. El PP y Ciudadanos votaron en contra, el PSC se abstuvo --aunque su diputado Ernest Maragall se decantó por el sí a la consulta-- y el resto de partidos votaron a favor de esta. Tras esta moción se anticiparon elecciones, de las que salió reelegido 'president' el líder de CiU Artur Mas, aunque perdió 12 escaños.
La prometida consulta independentista se celebró el 9 de noviembre de 2014. Según los datos de los organizadores, contó con una participación del 33 por ciento del electorado y ganó el sí a la independencia con algo más de un 80 por ciento de los votos emitidos. En 2015 se produjo la ruptura de la colación CiU y se escindieron los partidos Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y Unió Democràtica de Catalunya. Entonces, Mas volvió a convocar elecciones en Cataluña y las planteó como un "plebiscito" sobre la independencia. CDC (actual PDeCAT), ERC y el resto de formaciones independentistas --salvo la CUP-- se presentaron bajo las siglas JxSí (Junts Pel Sí) y se impusieron en los comicios.
Tras dos años de mandato de JxSí con Carles Puigdemont a la cabeza, el Gobierno aplicó el artículo 155 de la Constitución por la declaración de independencia catalana y para "restaurar la legalidad" en esta comunidad. Rajoy anunció el 27-O la disolución del Parlament y la convocatoria de elecciones para el 21-D.
GASTO DE 25 MILLONES DE EUROS
Estas son las quintas elecciones anticipadas en Cataluña, las terceras consecutivas, y las segundas que no serán en domingo. Las del 1 de noviembre de 2006 cayeron en miércoles y, como ahora, se decretó como festivo el día electoral en la autonomía catalana.
De esta manera, Cataluña se convertirá también en la región con más elecciones autonómicas (12), seguida del País Vasco (11), de Andalucía, Asturias, la Comunidad de Madrid, Galicia y Navarra (10) y del resto de comunidades (9). Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, cuyos primeros comicios fueron en 1995, han celebrado seis cada una.
Según informó el Gobierno tras el Consejo de Ministros del pasado 3 de noviembre, el gasto asociado a las elecciones del 21-D se estima en unos 25 millones de euros, de los cuales la Generalitat debe abonar en 2017 un total de 17,3 millones de euros y 7,7 millones en 2018.