No habrá encuentro entre líderes territoriales hasta al menos el miércoles
MADRID, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La dirección del PSOE esperará a que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, comparezca el martes en el Parlament para convocar a los líderes territoriales a una serie de reuniones que permitan componer una posición común ante la crisis en Cataluña y las medidas que el Estado debe aplicar si hay una declaración unilateral de independencia.
Este lunes 9 de octubre no habrá por tanto reunión de la Ejecutiva del partido, como suele ser habitual, han informado a Europa Press fuentes socialistas. La semana próxima el PSOE quiere celebrar, previsiblemente por este orden, una reunión del pleno de la Ejecutiva Federal, otro encuentro del Consejo de Política Federal y, por último, un Comité Federal, máximo órgano del partido entre congresos.
Pedro Sánchez y el secretario de Organización se dirigieron por escrito a todos los miembros de estos órganos para pedirles que mantuvieran despejada su agenda de la semana próxima porque se les iba a convocar de manera inminente, aunque no les citaban en días concretos porque todo dependía del devenir de los acontecimientos.
Unos acontecimientos que pasan, en primer lugar, por conocer los planes de Puigdemont, que concretará el martes en el parlamento autonómico. Así las cosas, el PSOE no convocará ninguno de sus encuentros previstos antes del miércoles, víspera de la Fiesta Nacional del 12 de octubre, a cuyos actos se invita a los presidentes autonómicos.
Pedro Sánchez quiere consultar primero a los presidentes autonómicos socialistas y a los líderes de las federaciones del partido, quienes componen el Consejo de Política Federal presidido por el extremeño Guillermo Fernández Vara. Escuchados estos y reunida la Ejecutiva, sólo quedará convocar al Comité Federal para que ratifique los acuerdos que se hayan alcanzado.
En los últimos días, han quedado en evidencia las diferentes sensibilidades que existen en el partido sobre la estrategia que debe seguir la formación ante el desafío independentista en Cataluña.
Mientras algunos defienden un apoyo sin fisuras al Ejecutivo de Mariano Rajoy pese a los errores cometidos y rechazan diálogo alguno con los "golpistas" del Govern, otros se alinean más con las tesis del PSC, que urge a intentar un diálogo hasta el último minuto para evitar una declaración de independencia.
La posibilidad de que el Gobierno decida aplicar el artículo 155 de la Constitución --nunca empleado antes-- para forzar a las autoridades catalanas a cumplir la legalidad también suscita opiniones diversas en el seno del partido.
ANDALUCÍA CALLA SOBRE EL 155
Andalucía, la federación más numerosa, mantiene la prudencia y evita posicionarse a favor o en contra. Pero su presidenta, Susana Díaz, acogió con entusiasmo el discurso del Rey llamando a los poderes del Estado a "asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones" ante la "situación de extrema gravedad" creada por los que quieren "quebrar la unidad de España y la soberanía nacional".
Extremadura y Aragón, en manos de Guillermo Fernández-Vara y Javier Lambán --tanto el Gobierno autonómico como el partido a nivel regional--son los dos únicos territorios que hablan abiertamente del 155 como una de las respuestas posibles al desafío independentista.
Lambán opina que su uso --inédito en democracia-- estaría justificado en caso de que se consumara una declaración unilateral de independencia, mientras que Vara no ve incompatible apoyar al Gobierno si decide aplicarlo y reprobar a la vicepresidenta del Ejecutivo por las cargas policiales del 1 de octubre, como ha planteado la dirección del Grupo Socialista, generando algunas críticas internas, entre ellas la de Alfonso Guerra, que sigue siendo un referente en el partido.
La federación de Castilla-La Mancha y el Gobierno del Principado de Asturias que dirige Javier Fernández también se sitúan en el ala del partido más proclive a la reacción firme del Estado frente al desafío catalán.
Pero en Asturias hay bicefalia, y el liderazgo regional del partido está en manos del 'sanchista' Adrián Barbón, que apoya sin fisuras la estrategia diseñada por la dirección de Pedro Sánchez, que se caracteriza por apoyar la defensa del Estado de Derecho, sin por ello dejar de criticar al Gobierno por los errores cometidos, como no haber hecho ninguna oferta de diálogo a la Generalitat o las cargas policiales del 1 de octubre.
En el extremo contrario, los más reacios a recurrir al 155 son los socialistas catalanes, quienes siguen defendiendo la necesidad de que Gobierno y Generalitat inicien un diálogo ya que evite que la situación continúe deteriorándose.
NEGOCIAR CUANDO VUELVAN A LA LEY
Esa apuesta por el diálogo la mantenía también la Ejecutiva Federal del PSOE hasta el martes pasado. Tras el mensaje con el que Puigdemont respondió al Rey, la dirección ha modulado ese mensaje y defiende que la negociación sólo podrá comenzar una vez que los independentistas vuelvan a la legalidad.
La presidenta de Baleares y secretaria general del PSIB, Francina Armengol, también está "en contra" de aplicar el 155, mientras que la líder de los socialistas vascos, Idoia Mendia, no se muestra entusiasmada con la medida. Lo ve como "el último escalón" que podría subir el Gobierno para "mantener el autogobierno y defender los derechos de todos los ciudadanos".
Mendia reveló esta semana que Pedro Sánchez le ha trasladado a Rajoy que no ve "necesario" recurrir al 155 para "mantener el orden natural de las cosas" en Cataluña. Tras la última reunión de la Ejecutiva Federal el lunes pasado, el secretario de Política Federal, Patxi López, apuntaba al Tribunal Constitucional como vía para actuar contra los responsables de una declaración de independencia, si es que ésta llega a producirse.
Los socialistas defienden que la última reforma sobre el funcionamiento del Alto Tribunal le permite suspender en sus funciones a las autoridades o empleados públicos que incumplan sus resoluciones, durante el tiempo que sea preciso para asegurar que se observan los pronunciamientos de la corte.
Desde la Comunidad Valenciana, segunda federación más numerosa y cuyo Gobierno preside el socialista Ximo Puig, se ha optado también por la prudencia, si bien Puig ha hecho un llamamiento al partido para que apoye a su secretario general porque es la hora de respaldar a todos los actores que puedan contribuir a alcanzar una salida "lo más razonable" posible.