MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, entiende que hay que pedir a Marruecos respeto "absoluto" por los Derechos Humanos y por la libertad de prensa y ha rechazado que la posición que está manteniendo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero vaya a suponer ninguna fricción con las bases del partido.
En rueda de prensa en la Cámara Baja, Alonso ha defendido como "seria, sensata y responsable" la actuación del Ejecutivo con respecto a Marruecos en la crisis del Sáhara Occidental, puesto que ese país constituye "un factor de estabilidad" de todo el Magreb y, por ende, también para España y de Europa.
"Con Marruecos tenemos buenas relaciones y, por tanto, hay que cuidarlas", ha subrayado el responsable socialista, lo que, a su juicio, no quita que hay que exigir "con toda certeza y toda claridad" el país vecino el respeto a los Derechos Humanos y a la libertad de información.
LA GESTIÓN "RESPONSABLE" DEL GOBIERNO
Alonso ha descartado que la gestión sobre el conflicto saharaui pueda tener un coste electoral para el PSOE puesto que, a su juicio, los militantes del partido "comparten" la posición "respetable y responsable" del Ejecutivo de Zapatero.
Una posición que, según ha insistido, pasa por "constatar que Marruecos es un elemento de estabilidad, por pedirle respeto absoluto a los Derechos Humanos y también a la libertad de prensa para que se pueda informar de lo que sucede en el Sáhara" de forma "neutral e independiente". "Y --ha remarcado-- en esa posición están de acuerdo todos los socialistas".
Dicho esto, ha recordado la postura histórica de España de apoyo al segundo 'Plan Baker' no se ha modificado. "Eso se está discutiendo en el seno de Naciones Unidas y España ahí tiene un papel que jugar y lo jugará de una manera limpia, responsable y coherente", ha añadido.
NO HAY SACAR LAS COSAS DE QUICIO
Preguntado sobre si la dirección del Grupo Socialista tiene previsto adoptar medidas disciplinarias contra la coordinadora del Intergrupo del Sáhara, Fátima Aburto, después de que fuera desautorizada por impulsar una iniciativa de condena a los disturbios en El Aaiún, Alonso ha querido cerrar la polémica apuntando que "un fallo lo tiene cualquiera".
"La diputada interpretó indebidamente el silencio de los grupos como una muestra de apoyo. Fue un fallo, un error, no saquemos las cosas de quicio", ha concluido el portavoz de los socialistas en el Congreso.