MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
El PSOE asegura que el nacimiento de la alianza entre Podemos e Izquierda Unida no va a moverles ni un milímetro de su estrategia para la campaña del próximo 26 de junio, en la que mantienen como objetivo ganar al PP. Pero, aunque insisten que su enemigo es la derecha de Mariano Rajoy, están preparados para afilar sus ataques contra la nueva coalición, a la que sitúan en la extrema izquierda.
Para la dirección del PSOE, su candidato a las próximas elecciones generales está en mejor situación que el pasado 20 de diciembre, porque ha hecho "todos los esfuerzos" durante los últimos cuatro años para intentar un gobierno de cambio y ha demostrado que no quería ser presidente "a cualquier precio".
Y aseguran que esto no varía tras el acuerdo entre los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, e IU, Alberto Garzón. Según fuentes socialistas consultadas por Europa Press, en Ferraz no creen que la coalición pueda superar al PSOE en las próximas elecciones.
Para los socialistas, esta candidatura no va a sumar los votos que obtuvieron por separado en diciembre. "En política cinco más uno no son seis", se afanan en repetir. Entre otras cosas, porque no creen que a día de hoy el partido 'morado' mantenga los apoyos que obtuvo en los últimos comicios.
"ES UN TORNIQUETE PARA TAPAR SU HEMORRAGIA"
En su opinión, con este acuerdo Podemos ha intentado hacerse "un torniquete para tapar su hemorragia" y lo único que va a lograr es eso, parar la "sangría" de votos que, dicen, sufre desde las elecciones, valiéndose del crecimiento de los de Garzón.
Pero en realidad no creen que sume porque, y se apoyan en el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicos (CIS), un 29% de los votantes de Podemos "con toda seguridad" no cogerían "nunca" la papeleta de IU, mientras que un 20,7% de los votantes del partido de Garzón, haría lo propio con la del partido 'morado'.
Además, a su juicio, esta coalición va a acabar con el discurso de la transversalidad de Podemos, ya que ahora "los ciudadanos ya tienen claro que están en la extrema izquierda".
Los socialistas confían así en recuperar parte del voto 'cabreado' que se fue a Podemos en las últimas elecciones generales, porque, después de "ir de socialdemócratas", ahora han demostrado que son "la vieja izquierda antisocialista de siempre".
EL PSOE SE HA MANTENIDO EN EL "CENTRO IZQUIERDA"
Y, mientras tanto, el PSOE, dicen, no se ha movido de su eje de "centro izquierda" y va a mantener su propuesta a los españoles de "un cambio sensato y seguro". Éste fue uno de los argumentos más repetidos por los socialistas antes de las elecciones del 20 de diciembre y parece que va a estar muy presente en el discurso de los socialistas durante las próximas semanas.
Donde si se detectará previsiblemente un cambio en la estrategia del PSOE será en la dureza y la frecuencia de los ataques a Podemos, que ahora va a ser blanco de sus críticas, como se empezó a ver desde el mismo momento en que se confirmó la repetición de las elecciones.
En la campaña para el 20D, los socialistas se lanzaron a la carrera electoral con múltiples objetivos en su mirilla y cargaron contra el PP, Podemos y Ciudadanos, con diferente intensidad en función de los días y la evolución de la campaña. Pero algunos socialistas lamentaron entonces, y siguen lamentando, que no hubo una estrategia de ataque directo contra la formación morada.
Ahora, el partido de Albert Rivera --bautizado como las 'Nuevas generaciones del PP' en la pasada campaña por Sánchez-- no será blanco de ataques duros, después del pacto de gobierno que cerraron en febrero.
Y, mientras tanto, en estos meses ha crecido la tensión con Podemos, a quien el PSOE acusa directamente de obstaculizar el cambio en La Moncloa. Mientras Pablo Iglesias rebaja el tono --"Os necesitamos", le ha dicho hoy a los socialistas, al ofrecerles una candidatura común en el Senado--, Sánchez endurece el suyo.
Pero esto se ha visto ya en las principales intervenciones políticas del líder del PSOE desde la convocatoria de nuevas elecciones. Así ocurrió en la primera intervención pública de Sánchez después de que se cumpliera el plazo para llegar a un acuerdo que evitara unas nuevos comicios, cuando el líder de los socialistas cargó contra la "pseudoizquierda" de Podemos.
En una intervención ante los parlamentarios socialistas, acusó directamente al partido de Iglesias del fracaso después del 20D y le acusó de "dejar a la derecha gobernando" España, porque desde el primer momento no quiso ver a un socialista en La Moncloa.
Este será con toda seguridad un mensaje que los españoles escucharán mucho hasta el 26 de junio. Los socialistas, con su candidato a la cabeza, insistirán en Podemos ha impedido el cambio y ha votado con el PP para no permitir un gobierno del PSOE.