Ven obsoleta la reforma y creen que se rescata ahora por oportunismo político tras la final de la Copa del Rey
MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
El PSOE y las formaciones nacionalistas han adelantado ya su rechazo a tramitar en el Congreso la proposición de ley de las Cortes Valencianas, promovida en su día por el PP de esa comunidad, para reformar la Ley del Deporte para impedir ultrajes a los símbolos nacionales en los estadios de fútbol, incluyendo pitadas al himno o a la Familia Real, y sancionar a los promotores de esas acciones.
Se trata de una reforma legal impulsada desde la Comunidad Valenciana en 2006 a raíz de que nacionalistas e independentistas catalanes aprovecharan partidos de fútbol profesional para reivindicar la adscripción de las provincias valencianas a sus Països Catalans.
JUSTO AHORA SE RESCATA
Pero en 2007 las Cortes Generales aprobaron por unanimidad la Ley contra la violencia y el racismo en el Deporte, en la que ya se permite sancionaban ataques políticos en espectáculos deportivos, por lo que tanto el socialista Manuel Pezzi como el nacionalista vasco Aitor Esteban coinciden en desechar la propuesta valenciana por considerarla superada por la legislación vigente.
Es más, el texto llegó al Congreso en abril de 2008 y en abril del año siguiente ya estuvo a punto de ser debatida en el Pleno del Congreso, pero a última hora fue retirada del orden del día por las Cortes Valencianas, que alegaron que aún no tenían elegido a la delegación encargada de defender su iniciativa en Madrid.
Socialistas y nacionalistas subrayan que ha sido justo ahora, tras la pitada al himno español en la final de la Copa del Rey que enfrentó al Athletic y al Barcelona de 2009, cuando llega el texto valenciano al Pleno del Congreso. La iniciativa será defendida ante la Cámara Baja por el diputado alicantino del PPCV, David Serra.
TAMBIÉN UPYD LA CRITICA
Y no sólo el PSOE y los nacionalistas ven obsoleta la iniciativa. También lo piensa el 'número dos' de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, que ve un "disparate" tratar hacer una legislación que ya existe en España. "Lo que hay que hacer es cumplir las leyes que hay", ha apuntado en declaraciones a Europa Press.
En concreto, la reforma busca añadir una serie de artículos para prohibir la realización de actos de contenido político durante la celebración de competiciones deportivas cuando se trate de acciones que llaman a la discriminación, el odio y la violencia, o bien que supongan "ofensas o ultrajes de palabra, por escrito o de hecho a España, a sus comunidades autónomas o a sus símbolos y emblemas".
En esos supuestos se encuadrarían tanto la reivindicación de la Comunidad Valenciana dentro de los llamados 'Països Catalans' que en su día motivó la iniciativa del PPCV, como las más recientes pitadas a la Familia Real y al Himno de España.
De acuerdo con la propuesta, la realización de estas acciones se consideraría infracción grave y merecería sanción al mismo nivel como la alteración del aforo o la participación violenta en altercados, peleas o desórdenes públicos.
El debate de este martes sólo decide la admisión o no a tramite de la iniciativa, lo que se da por hecho habida cuenta de que el PP tiene mayoría absoluta en el Congreso. Otra cosa es que su tramitación en las Cortes Generales se haga acompasar a la prometida reforma global de la Ley del Deporte, que está pendiente aunque para otros menesteres.
MIENTRAS TANTO, EL ESTATUTO PARADO
Y mientras la Comunidad Valenciana promueve esta reforma de la Ley del Deporte, ha dejado pasar ya dos oportunidades este semestre para impulsar en el Congreso su reforma estatutaria reclamando más financiación al Estado.
Se trata de un texto presentado en su día frente al Gobierno socialista pero que ahora corresponde plantear al del PP y en un contexto de crisis económica y de ajustes. Por dos veces, las Cortes Valencianas retiraron del orden del día la reforma estatutaria alegando que aún no habían elegido la delegación autonómica que la presentase, un trámite que no han resuelto hasta hace escasas semanas.