Izquierda Plural, UPyD, PNV y ERC han pedido que no haya presencia oficial para no avalar la dictadura de Obiang
MADRID, 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El portavoz adjunto de Exteriores del PSOE en el Congreso, Álex Sáenz, no considera "ni necesario, ni imprescindible" que el Gobierno envíe representación oficial al partido amistoso que las selecciones de fútbol de España y Guinea Ecuatorial disputarán este sábado en Malabo.
En declaraciones a Europa Press, Sáez ha comentado que el Ejecutivo hará "lo que crea oportuno", si bien ha apuntado que en tanto en cuanto no es un encuentro oficial, sino amistoso, no considera "imprescindible" que haya presencia oficial. "No necesariamente en todos los partidos amistosos hay representación oficial", ha puntualizado.
ES UNA DICTADURA, PERO EXISTE
Dicho esto, el socialista catalán ha señalado a la Federación Española de Fútbol como la responsable de que La Roja dispute ese partido con Guinea Ecuatorial, un país con "muchos" déficits democráticos y una dictadura "denunciables", pero al que nos unen "lazos fraternales", ha recalcado.
En este punto, Sáez ve "oportuno" recordar "de vez en cuando" que en Guinea no sólo hay una comunidad española importante, sino que además, comparte con España, expotencia colonial, lazos culturales y una misma lengua que "hay que reivindicar".
"Un partido de fútbol se puede jugar y no es incompatible con que, desde posiciones políticas, trabajemos para que algún día Guinea Ecuatorial disfrute de un régimen democrático", ha defendido Sáez, para quien ese encuentro debería servir para recordar la existencia de ese país que "a menudo" está "olvidado". "Es probable que se pueda hacer una valoración en términos negativos, pero también en positivos", ha concluido.
Más críticos en sus valoraciones se han mostrado la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), UPyD y PNV y ERC, quienes han pedido directamente al Gobierno que realice un boicot institucional al partido para no avalar la dictadura de Teodoro Obiang.
El régimen de Obiang ha destacado que ese encuentro refleja "las excelentes relaciones culturales y de amistad" entre España y Guinea Ecuatorial, mientras que la oposición ecuatoguineana ha lamentado que el equipo español se haya prestado al "sucio juego propagandístico" del Gobierno.
Desde IU-ICV-CHA, su portavoz de Justicia, Gaspar Llamazares, ha emplazado al Gobierno a que tome medidas para evitar que Obiang venda ese partido como un aval a su régimen y ha criticado la "falta de sensibilidad" de la Federación Española de Fútbol al organizar ese enfrentamiento, que no es un compromiso "de carácter deportivo, sino claramente político".
LA ROJA, EN UN "COMPROMISO"
A su juicio, la Federación ha puesto "en un compromiso" a la selección española. "No deja de ser polémico que en estos momentos una dictadura como la ecuatoguineana se vea avalada, aunque sólo sea desde el punto de vista deportivo, por una selección que es la Campeona del Mundo", ha comentado en declaraciones a Europa Press.
En esta misma línea, la portavoz de Exteriores de UPyD, Irene Lozano, ha exigido al Ejecutivo que no dé "ninguna" cobertura política a ese enfrentamiento entre los combinados español y ecuatoguineano ni que envía representación alguna al mismo, "ni siquiera de mínima cortesía".
Tras mostrarse escéptica con que el Gobierno vaya a mover algo en este sentido, dado que "nunca ejerce la menor presión" hacia Guinea Ecuatorial, la parlamentaria magenta considera que el Ejecutivo debería dar un 'toque' a la RFEF con el fin de que pueda influir para frenar que este tipo de encuentros deportivos se celebren "con toda normalidad" en países dictatoriales.
En nombre del PNV, el diputado Emilio Olabarría ha criticado que disputar ese partido puede suponer "una suerte de aval" a un régimen dictatorial y "genocida", y considera que ésa no es "la mejor fórmula" para apoyar el avance hacia la democracia en Guinea Ecuatorial. "El fútbol es más que fútbol desafortunadamente y tiene un valor simbólico y de legitimación moral", ha apuntado.
LA ACTITUD "ABSOLUTAMENTE HIPÓCRITA" DEL GOBIERNO
El nacionalista vasco ha instado a Federación de Fútbol a que "reflexione" sobre su postura en relación con este encuentro y al Gobierno a que abandone una actitud con respecto a Guinea Ecuatorial que "raya la esquizofrenia" porque por una parte "mantiene" determinados intereses económicos y comerciales --"e incluso de influencia en tanto que ha sido excolonia-- mientras hace "mucho énfasis" sobre sus "déficits" democráticos.
Por último, el diputado de ERC Joan Tardá considera "una gran hipocresía" que se justifique la celebración de este partido asegurando que "el deporte está por encima de los regímenes políticos". Según ha proclamado, de lo que se trata es de "no dar cancha" a un dictador que es un "genocida".
Así las cosas, Tardà ha pedido explicaciones a la RFEF por la disputa de este evento deportivo y al Ejecutivo del PP que tenga la "honradez" de hablar "claro" y no esconda con este partido la prevalencia de los intereses económicos sobre la vulneración de los derechos humanos que sufre un pueblo desde hace décadas. "Es una actuación absolutamente hipócrita que evidencia la doble moral del Gobierno español", ha concluido.