MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los socialistas catalanes han cosechado su peor resultado en unas elecciones autonómicas, pero el PSOE considera que ha salvado los muebles en Cataluña: les permite presentarse a las generales reafirmándose como la fuerza mayoritaria de la izquierda, al haber superado en otros comicios a Podemos, y refuerza, creen, el planteamiento de que son el partido sobre el que puede pivotar la solución a la crisis política que atraviesa España y de la que han responsabilizado tanto al presidente de la Generalitat, Artur Mas, como al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
A partir de ahora, el líder de los socialistas, desde este lunes lanzado a la precampaña de las generales, tratará de hacer calar su mensaje de que sólo un gobierno socialista en La Moncloa puede resolver el problema catalán, a través de una reforma de la Constitución, de corte federal.
Los socialistas consideran que el resultado del PSC, cuando hace unos meses se esperaba una debacle, les permite situarse como el partido "central" sobre el que pivotará la salida de la crisis. Son los únicos, señalan fuentes socialistas, que apuestan por "tender puentes", por el acuerdo y el diálogo, que será la solución, defienden, al escenario que dibuja estas elecciones.
Y lo son, defenderán, porque consideran al PP inhabilitado para ello, después de estos cuatro años de "inmovilismo" en los que sólo han echado "gasolina" a los soberanistas. "Siempre que gobierna el PP crece el independentismo", se ha afanado en repetir Pedro Sánchez en los últimos días.
Con un PP al que ven 'fuera de juego', el PSOE se situará además como la fuerza hegemónica de la izquierda, la posición en la que les dejaron las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015 y que ahora ven reafirmada con los malos resultados obtenidos por Podemos, que en estas elecciones, en las que ha concurrido ICV, no ha conseguido llegar a los resultados que obtuvieron los ecosocialitas en las últimas autonómicas.
Su receta será la que el PSOE lleva defendiendo desde julio de 2013, cuando todos los 'barones' del PSOE aprobaron la Declaración de Granada para una reforma de la Constitución. Será también el planteamiento central de su oferta a los españoles para las próximas elecciones: un nuevo acuerdo que después votarán todos los españoles.
ÁNIMOS EN EL SOCIALISMO CATALÁN
El resultado en Cataluña, pese a suponer una caída en cuatro escaños respecto a 2012, que era su peor resultado hasta entonces, puede además insuflar ánimos al socialismo catalán, tradicional granero del PSOE en unas elecciones generales.
De hecho, el desastre que supusieron las elecciones europeas del año pasada para el PSOE, que provocó incluso la marcha del entonces secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, se debió en gran parte a los malos resultados que cosechó en Cataluña.
En esta comunidad autónoma, los socialistas solían ser la fuerza más votada en unas europeas, pero en mayo de 2014 cayeron casi 22 puntos, hasta convertirse en el tercer partido en apoyos, con el 14,28%, que les dieron 358.539 papeletas, la mitad que cinco años antes.
Esos malos resultados provocaron además de la marcha de Pérez Rubalcaba, el adiós del entonces primer secretario del PSC, Pere Navarro, a quien sucedió Miquel Iceta.
Aunque el PSC y el PSOE resolvieron en apariencia sus diferencias sobre el derecho a decidir en Granada en 2013, no ha sido hasta esta campaña cuando los socialistas catalanes, con Iceta al mando, han renunciado definitivamente a la consulta.
Ahora sí PSOE y PSC defienden la misma solución, aunque en la precampaña se enredaron en torno al reconocimiento de Cataluña como una nación en esa futura reforma de la Constitución. Con todo, han logrado evitar el debate y la sintonía en la campaña ha sido total.
De hecho, nunca hasta ahora se había implicado tanto el PSOE en unas autonómicas en Cataluña, con Pedro Sánchez a la cabeza, que ha pasado allí diez de los quince días de la campaña. También lo han hecho los 'barones' socialistas, muchos de ellos presidentes autonómicos desde el pasado mayo.
Y el resultado de este apoyo, creen, ha influido positivamente en la remontada del PSC, a tenor de las encuestas que a principios del verano les otorgaban ocho o nueve escaños.
A partir de ahora, los socialistas también harán gala de ese poder autonómico y municipal para sacar pecho e insistir en que sólo el PSOE puede volver a "vertebrar" la unidad de España.