Describe a España como un país represor, se presenta como 'president' legítimo y pide "al pueblo que se prepare para un camino largo" BRUSELAS, 31 Oct. (EUROPA PRESS) - SIGUE AQUÍ LA ÚLTIMA HORA SOBRE CATALUÑA Theo Francken, que abrió la puerta al asilo a Puigdemont en Bélgica, es conocido por su 'mano dura' con la inmigración Así está tratando la prensa extranjera la presencia de Puigdemont en Bruselas El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha afirmado este martes desde Bruselas que regresará a España cuando tenga "garantías jurídicas" de que podrá tener un juicio justo y con separación de poderes, aunque ha asegurado que no ha viajado a esta ciudad con intención de "pedir asilo" ni de "eludir" su responsabilidad ante la Justicia. "¿En qué condiciones volver a Cataluña? Estamos aquí en busca de garantías que por el momento no se dan en Cataluña, en España", ha asegurado Puigdemont ante unos 200 periodistas, tras defender que si se le permitiera "un juicio justo, independiente, con separación de poderes, como en la mayoría de países europeos", retornaría "de forma inmediata". El expresidente catalán ha descrito las querellas por rebelión presentadas por la Fiscalía contra él mismo y otras 19 personas como un "deseo de venganza" y ha avisado de que mientras se mantenga esa "amenaza" no se darán las "condiciones" para regresar. Así, ha dejado claro que ve la acción judicial contra él como una "demanda política" que persigue "ideas" y no delitos y que se va a oponer a ella "desde una posición política y no jurídica". "No queremos escapar a nuestra responsabilidad de la Justicia, pero queremos las garantías jurídicas en el marco de la UE", ha dicho también. "Vamos a oponernos desde una posición política, no jurídica. Quiere decir que no vamos a escapar a la acción de la Justicia, no queremos descuidar nuestra responsabilidad ante la Justicia", ha ahondado. Pese a la insistencia de la prensa, Puigdemont no ha querido desvelar cuánto tiempo se quedará en Bélgica ni si lo hará acompañado de los exconsejeros que le han acompañado en este viaje, si bien se ha agarrado a motivos de "seguridad" para no regresar a España. "Podemos garantizar mejor una parte de nuestros derechos desde aquí y podemos cumplir igualmente nuestras obligaciones desde aquí", ha indicado, tras recordar que como ciudadano comunitario tiene derecho a la libre circulación en la Unión Europea y no necesita solicitar el asilo para permanecer en otro Estado miembro. Mientras esto ocurre, Puigdemont ha dicho que seguirá apoyando desde la distancia todas las iniciativas que se pongan en marcha para "evitar la aplicación" del artículo 155 de la Constitución y ha pedido a los funcionarios y organizaciones proindependentistas que "sigan en su posición" para impedir que la "demolición" del sistema institucional catalán. "Estoy seguro de que aquellos ciudadanos que el 1 de octubre salvaron las escuelas salvarán ahora nuestras instituciones", ha proclamado en su intervención inicial, que ha pronunciado alternando el catalán con el español y el francés. También ha recalcado que el resto de miembros que formaron su Gobierno siguen en Barcelona y que desde allí continuarán su "actividad política como legítimos ministros". "No abandonaremos al Gobierno catalán", ha zanjado. Puigdemont ha comparecido ante los medios un día después de saberse que había viajado a Bélgica, 24 horas durante las que ha evitado ser visto y durante las que se ha ocultado su agenda e incluso quienes le acompañaban. Finalmente, el expresidente autonómico ha reaparecido acompañado por los exconsellers Clara Ponsatí, Dolors Bassa, Toni Comín, Joaquim Forn, Meritxell Serret y Meritxell Borràs, en una rueda de prensa a la que también han asistido los eurodiputados Ramon Tremosa (PDeCAT) y Jordi Solé y Josep-Maria Terricabras (ERC). No estaba en la sala su abogado belga, Paul Bekaert, conocido en España por haber defendido a varios etarras detenidos en Bélgica, y que se reunió con Puigdemont en la tarde del lunes para examinar su situación. En este contexto, Puigdemont ha asegurado que no ha viajado "a Bélgica, sino a Bruselas" como capital europea, y que no deseaba crear un problema al Gobierno belga sino pedir ayuda a la comunidad internacional y a las instituciones europeas. De hecho, ha presentado a España como un Estado represor que frena sus aspiraciones con "violencia" y la causa catalana como un asunto en cuya base están los valores europeos de libertad y democracia. "Decimos a Europa, necesitamos vuestra ayuda, es un conflicto político que necesita una salida política", ha insistido. "Le pido a la comunidad internacional y en especial a Europa que reaccione. El asunto catalán está en la base de los valores sobre los que se construyó Europa", ha proclamado para pedir el apoyo de las instituciones europeas, a pesar de que ningún responsable de la Comisión Europea, del Consejo, ni del Parlamento Europeo le han recibido desde que llegó a Bruselas. Puigdemont también ha justificado su viaje a Bruselas en la necesidad de poder actuar "con libertad y seguridad". Es más, lo ha enmarcado en un deseo de primar la "prudencia, la seguridad y la moderación" y "evidenciar ante todo el mundo el grave déficit democrático que existe hoy en el Estado español". Según ha dicho, su Gobierno, que ha insistido en calificar de "legítimo", habría podido optar por "forzar a los funcionarios fieles a iniciar una disputa por la hegemonía pero ha preferido garantizar que no habrá enfrentamientos ni violencia". "Si esta actitud tiene como precio el ralentizar el avance de la república es un precio razonable a pagar en el siglo XXI", ha añadido. De hecho, Puigdemont ha pedido al "pueblo catalán que se prepare para un camino largo". Eso sí, también ha pedido "creatividad" para "mantener vivas las instituciones e impedir el 155, mantener fuerte y vivo el legítimo Gobierno de Cataluña". Sobre las elecciones autonómicas del próximo 21 de diciembre, Puigdemont ha defendido que el Gobierno las ha planteado como un plebiscito sobre la aplicación del artículo 155 y por tanto ha pedido a PP, PSOE y Ciudadanos un compromiso "claro" de que respetarán los resultados si las fuerzas independentistas obtienen una mayoría en las urnas. "Vamos a respetar los resultados de las elecciones del 21 de diciembre como siempre hemos hecho sin importar el resultado. ¿El Gobierno español va a hacer lo mismo?, ¿el bloque del 155 va a respetar los resultados de las urnas? Quiero un compromiso claro del Estado --ha exigido--. ¿Respetará unos resultados que podrían dar una mayoría a las fuerzas independentistas?". Puigdemont se ha presentado como el presidente del "Gobierno legítimo" de Cataluña y ha asegurado que afronta las elecciones del 21-D, convocadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, como un "reto democrático". "No nos dan miedo los retos democráticos, todo lo contrario", ha afirmado insistiendo en que están preparados para "dar respuesta" si el Gobierno quiere "un plebiscito para legitimar el 155 y sus políticas". "Estamos totalmente de acuerdo en que votando se resuelven los problemas. Y no encarcelando políticos o ciudadanos comprometidos", ha desafiado. En este sentido, ha garantizado que él respetará la votación del 21 de diciembre como ha asegurado que "siempre" han hecho "sin importar el resultado" y ha preguntado al "bloque del 155" --en referencia a PP, PSOE y Ciudadanos-- si está dispuesto a hacer lo mismo.