MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno español decidió a última hora invitar al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a la reunión de ministros de Exteriores del Mediterráneo que acoge este lunes Barcelona, sede de la secretaría general de la Unión por el Mediterráneo. En un primer momento no estaba prevista su asistencia, pero tras solicitar Puigdemont poder dirigirse a los asistentes al encuentro, el Ejecutivo accedió a que pronunciara unas palabras de bienvenida.
"Ellos pidieron estar y se les ha ofrecido dar la bienvenida" a los asistentes al inicio de la reunión, como podría hacer cualquier presidente autonómico en un encuentro similar que se celebrase en su región, ha explicado a Europa Press una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
En sus palabras de bienvenida, Puigdemont ha reivindicado que Cataluña es un "socio comprometido" ante los principales desafíos de Europa, incluido el de gestionar la llegada masiva de refugiados por sus fronteras.
En un discurso combinando catalán, castellano, inglés y francés, ha definido Cataluña como "país de acogida", y ha considerado que la llegada de refugiados es un drama al que Europa debe hacer frente de forma prioritaria.
La intervención de Puigdemont en la inauguración de la reunión se cerró en los últimos días, puesto que a mediados de la semana pasada no se contaba con su presencia. El Gobierno español no invitó a la Generalitat al considerar que la reunión de este lunes en Barcelona es una reunión de trabajo entre países miembros de la Unión por el Mediterráneo en la que la Generalitat no tiene papel que desempeñar.
De hecho, la participación de Puigdemont se ha limitado a las palabras de bienvenida, no a los debates de trabajo. Pero al solicitar la Generalitat poder dirigirse a los asistentes en calidad de anfitrión, el Gobierno le ha ofrecido pronunciar unas palabras de bienvenida. Esta decisión supone un cambio respecto de lo ocurrido en ediciones anteriores.
En el I Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo, celebrado en Barcelona en noviembre de 2015, no hubo presencia de representantes de la Generalitat catalana.
Y en otro foro económico anterior organizado por la Unión por el Mediterráneo en 2013, la participación del entonces presidente de la Generalitat Artur Mas motivó un enfrentamiento con el Gobierno español.
Mas quería tomar la palabra en la inauguración del acto, donde estaba previsto que hablase el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero finalmente solo se le invitó a asistir a la inauguración, pero no a hablar.
Ese encontronazo tuvo lugar apenas una semana después de que Mas declinara asistir a un acto de la patronal Fomento del Trabajo en Barcelona porque no iba a ser presidido por él, como era su intención, sino por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que acudía en sustitución de Mariano Rajoy, que estaba en una Cumbre Iberoamericana.