MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) - El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no ve vocación de acuerdo en el jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, sobre el referéndum vinculante sobre la independencia de Cataluña que le ha exigido en la reunión entre ambos esta tarde en Madrid y ha asegurado que seguirá la "hoja de ruta" para convertir a su comunidad en un Estado independiente, mediante la preparación del marco legal que lo sustente. "Es el mandato del Parlament, que viene del mandato de las urnas, y es el mandato por el cual he sido investido", ha dicho Puigdemont en rueda de prensa en la sede de la Generalitat en Madrid tras dos horas y media de reunión en el palacio de la Moncloa. El president ha definido el clima de su encuentro con Rajoy como "cordial", aunque de "profunda discrepancia" especialmente en la columna vertebral de su acción de gobierno, el camino hacia la independencia, que el presidente del Gobierno ha escuchado "atentamente", por lo que Puigdemont se ha mostrado agradecido. Aunque ha insistido en que están dispuestos a negociar cualquier posibilidad de convocar una consulta que atisbe el Gobierno, se ha mostrado seguro de que no habrá "margen para el acuerdo" con el actual Ejecutivo del PP. "No es ninguna sorpresa", ha admitido. Tampoco ve más posibilidades una vez que transcurran las elecciones generales de junio. Tras su encuentro con Rajoy, Carles Puigdemont se ha reunido ya con los principales candidatos: el socialista Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, de Podemos, y Albert Rivera, de Ciudadanos. Pero de sus conversaciones concluye que nada cambiará para su proyecto independentista aunque cambie la aritmética en el Congreso y se forma un gobierno diferente. "No soy optimista, a todos les he escuchado decir lo mismo. Y cuando a alguien le he escuchado reforma constitucional, la primera pregunta no ha tenido respuesta, para hacer qué, y la segunda, aún peor: con qué mayoría. Hay que ser un poco iluso para pensar que con esto se puede tejer un proyecto ambicioso político para España. Parece táctica y de la pequeña", ha sido su respuesta. Puigdemont se ha mostrado muy crítico también con la "judicialización de la política" que en su opinión sigue el Gobierno de Rajoy, a quien le ha expresado su convencimiento de que se envía ante los tribunales a políticos "por expresar opiniones, que en democracia se pueden expresar libremente". Entre ellos, alcaldes o concejales pero también los cargos de la Generalitat denunciados por organizar el 9-N, como Artur Mas. La reunión sí ha tenido un resultado seguro: la próxima semana se reunirán los vicepresidentes de ambos gobiernos, Soraya Sáenz de Santamaría y Oriol Junqueras, para revisar el documento entregado por Puigdemont a Rajoy, al menos, los 44 puntos sobre los que el dirigente catalán cree que se puede negociar: todos salvo el referéndum independentista y su queja por lo que considera "judicialización de la política". Puigdemont ha señalado que sobre el resto cabe negociación y que espera que "salgan a corto plazo" soluciones. Por ejemplo, para avanzar en el pago del FLA a la Generalitat y que termine la "asfixia financiera" de las finanzas catalanas. Otro asunto en el que el presidente catalán ha hecho hincapié es la ley catalana contra la pobreza energética. Si el primer decreto al respecto fue suspendido, la Generalitat teme que el Gobierno recurra la ley aprobada después. Lo que hoy le ha reclamado a Rajoy es que si lo hace, no utilice su capacidad para pedir al Tribunal Constitucional la suspensión cautelar de la norma mientras resuelve el conflicto. Ha argumentado que la Generalitat está ejerciendo competencias que considera propias y sobre políticas sociales que entiende coherentes con la normativa de la Unión Europea. "Que al menos el Gobierno no pida efectos suspensivos. Si se discuten cuestiones de competencia, al menos que no perjudiquemos a la gente que se puede beneficiar", ha dicho, para añadir que Rajoy se ha mostrado dispuesto a estudiarlo.