Junqueras decía que no tenía sentido un referéndum unilateral y Romeva pedía ir hasta el final para que se presionase a España
MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont advirtió recién llegado al cargo en febrero de 2016 de que para que el denominado 'procés' soberanista fuera respaldado por la comunidad internacional era necesario que contara, al menos, con el apoyo del 50 por ciento de los catalanes ya que de lo contrario "no sería entendido", mientras que su antecesor en el cargo Artur Mas pedía apostar por la ruptura.
Así se desprende de las anotaciones encontradas en la agenda del 'procés' a las que ha tenido acceso Europa Press y que incluye reflexiones efectuadas por Puigdemont apenas un mes después de acceder a la presidencia de la Generalitat. "A nivel internacional nos piden un 50% y hacer pasos que nos parezcan definitivos, sin el 50% no será entendido", dijo.
En la reunión mantenida para trazar la hoja de ruta de la deriva independentista participaron, además, el expresidente catalán Artur Mas, los exconsejeros Neus Munté, Raül Romeva y Jordi Turull, el exsecretario del Govern Joan Vidal, la secretaria general de ERC, Marta Rovira y el exsecretario general del Departamento de Vicepresidencia Josep María Jové, este último el amanuense y propietario de la agenda incautada por la Guardia Civil en el registro a su domicilio y que ahora obra en el sumario de la causa.
Los interlocutores repasaron los pasos a seguir y las fases de desconexión en el encuentro que tuvo lugar el 23 de febrero de 2016. En este Artur Mas reconoció que "tenerlo todo preparado" era "imposible", de ahí la importancia de la ruptura. "¿Cuándo pasará? ¿Cuándo esté todo preparado o lo parezca?", le replicó en respuesta Oriol Junqueras.
El líder de ERC dijo también que contaban con el respaldo de la mitad de la población catalana y que podrían ampliar la base en el campo social, porque ahí eran muy "potentes". Además dijo que un referéndum unilateral (no pactado) no tenía sentido y que ya lo habían hecho, en referencia a la consulta independentista del 9-N de 2014.
"LA RUI ES INÚTIL, HAREMOS EL RIDÍCULO"
El exconsejero de Asuntos Exteriores Raül Romeva expuso al respecto que solo les escucharían en el extranjero si iban "seriamente hasta el final" y que ese era el camino para que desde fuera presionaran a España de cara a que aceptase una consulta pactada sobre la independencia de Cataluña.
La misma agenda pone de manifiesto que en la hoja de ruta no se incluía inicialmente la celebración de un Referéndum Unilateral Pactado (al que se referían como RUI), debido a la dificultad que suponía organizarla y al mal lugar en el que les podía dejar.
"La RUI es inútil y haremos el ridículo", dijo Joan Vidal en junio del pasado año ante el temor de que votara menos gente de lo que hizo en la consulta de 2014, impulsada por el entonces presidente catalán Artur Mas. El propio Vidal apuntó que el nuevo marco catalán no sería fácil y que a pesar de ser una vía contradictoria, era la única posible.