MADRID, 8 Nov. (EDIZIONES)
El juez José María Lidón salía el 7 de noviembre de 2001 a las 7:25 horas de la mañana en su coche del garaje de su domicilio de Getxo (Vizcaya) junto a su esposa y su hijo para dirigirse a la Universidad de Deusto, donde ejercía como profesor. Tras salir del aparcamiento, dos hombres se colocaron frente al vehículo y asestaron dos tiros a Lidón en presencia de su esposa. Su hijo Íñigo, de 20 años, presenciaba el asesinato de su padre desde su coche que iba frente al de su padre.
Su esposa, Marisa Galarraga, permaneció abrazada al magistrado hasta que llegaron los servicios de emergencia que intentaron reanimar al docente, que aún seguía con vida, pero sin que éstos pudieran hacer nada por salvarle. José María Lidón, casado y con dos hijos (Jordi e Íñigo), fue ese día asesinado por ETA a los 50 años y se convirtió en la novena víctima relacionada con la Justicia que mataba la banda terrorista, que llevaba 101 días sin cometer ningún atentado.
JUEZ Y PROFESOR NACIDO EN CATALUÑA
Lidón nació en Girona en febrero de 1951 pero pasó la mayor parte de su vida en el País Vasco, adonde se trasladó a comienzos de la década de los setenta para cursar sus estudios de Derecho en la Universidad de Deusto. El 1990 comenzó su carrera judicial e ingresó en la Audiencia Provincial de Vizcaya, labor que compaginaba con la de docente en el mismo centro universitario donde se formó.
El centro universitario ha querido que el legado de Lidón como profesor de Derecho perdure y por ello ha editado dos publicaciones especializadas en la materia como los 'Cuadernos Penales José María Lidón' o 'Estudios Jurídicos en Memoria de José María Lidón', que recopilan sesenta y ocho estudios jurídicos realizados por personas cercanas al juez. Lidón también participó en cursos de enseñanza y reciclaje de derecho en la academia de la Policía Local de Bilbao, donde los agentes aseguraron que Lidón "era uno de los mejores expertos en Derecho, un gran magistrado y un gran profesor".
Los vecinos del juez lo describían como una persona "amable, simpática, afable y atenta para echar una mano", y en su comunidad era habitual comentar que no llevaba escolta aunque los vecinos "no se lo imaginaban con guardaespaldas porque era un ángel con todo el mundo".
CONDENA UNÁNIME DE LA SOCIEDAD
El día de su asesinato, la Universidad de Deusto suspendió todas sus clases. Por su parte el Foro de Ermua, asociación creada tres años antes tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, convocó manifestaciones en las tres capitales vascas, hubo numerosas concentraciones en todo el territorio nacional y todos los juicios del Palacio de Justicia de Bilbao fueron suspendidos. El entonces miembro del Consejo General del Poder Judicial Juan Pablo González, enmarcó el crimen como un "atentado contra el Poder Judicial" y el consejero de Justicia vasco afirmó que ETA había "perdido el norte" y anunció mayores medidas de seguridad en los Palacios de Justicia.
"TORTUOSO" PROCESO JUDICIAL
Uno de los hijos del juez Lidón, Íñigo Lidón, denunció en 2018, 17 años después del crimen, el "tortuoso" proceso judicial que estaba sufriendo la familia para poder juzgar al exjefe militar de ETA Mikel Garikoitz Aspiazu, más conocido como 'Txeroki', que cumplía condena en una cárcel francesa desde 2008.
Fueron su madre y él mismo quienes aseguraron reconocer a 'Txeroki' como autor del asesinato durante una rueda de conocimiento, tras un largo proceso judicial en el que se dieron por muertos a los presuntos asesinos (Hodei Gallaraga y Egoitz Gurrutxaga) cuando explotó el coche en el que transportaban explosivos en 2002. Los familiares dijeron haber identificado al etarra después de verlo en televisión en 2008, según la versión de la viuda, y en 2011, según la del hijo.
Los familiares denunciaron que la orden de extradición para que 'Txeroki' volviese a España y fuese juzgado no fue tramitada porque se había "extraviado" y las autoridades galas no llegaron a recibirla: "Alguien no ha querido hacer su trabajo y no ha hecho seguimiento de la orden de extradición, sin pensar que, detrás de esa orden, hay personas muertas y familias que solo buscan justicia para poder pasar página".
'Txeroki' fue entregado temporalmente en el verano de 2018 a España para ser juzgado en la Audiencia Nacional por intentar asesinar a la delegada de Antena 3 en el País Vasco en 2002, solo un año después de matar a Lidón. La familia criticó haberse enterado por la prensa de que el autor del asesinato de Lidón estuviese en España para ser juzgado por otro caso distinto al del magistrado.
No ha sido hasta 2019, 18 años después del asesinato de José María Lidón, cuando la Audiencia Nacional ha empezado a juzgar a 'Txeroki' por el asesinato del juez. La Fiscalía pidió para él y para el etarra Asier Arzalluz Goñi, también implicado en el atentado, 30 años de prisión por un delito de atentado terrorista y una indemnización de 500.000 euros a la familia del magistrado. La acusación que ejercen la viuda y el hijo de Lidón pidieron la pena páxima para los etarras ya que consideran que se trata de "los mayores asesinos en serie de la historia de España".
Finalmente, la Audiencia Nacional ha absuelto a 'Txeroki' y a 'Arzalluz' del asesinato del juez por considerar que no hay pruebas suficientes para considerarlos autores de los disparos, ya que los familiares dijeron reconocer a 'Txeroki' al menos siete años después tras verlo por televisión, un reconocimiento que el tribunal considera "tardío", en el que además madre e hijo sostienen versiones contradictorias. Según el tribunal, la absolución es "fruto del imperio de la ley" que no se puede ver empañada por sentimientos de "compasión o venganza" a pesar de que la víctima era un "compañero", pues era magistrado.
"LAS HERIDAS AÚN NO ESTÁN CERRADAS"
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, defendía en el acto en memoria del magistrado por el 17 aniversario de su asesinato, que todavía el presente es un tiempo "difícil" para las víctimas del terrorismo, y citaba las palabras del poeta Juan Gelman al recibir el premio Cervantes para referirse a la situación actual del País Vasco: "Las heridas aún no están cerradas, laten en el subsuelo de la sociedad como un cáncer sin sosiego, su único tratamiento es la verdad, y luego, la justicia".
Ibarra mandaba además este mensaje a la esposa y los hijos del juez asesinado: "Sabéis que los compañeros y amigos de 'Jose Mari' no estamos dispuestos a destituir el pasado. Sabéis que tampoco vamos a transigir con quienes nos ofrecen un diploma en la universidad del olvido. Podemos y necesitamos sobrevivir desde el compromiso con el valor ético de la memoria de la verdad".
"Aún no se ha conseguido la plena justicia con las víctimas del terrorismo", aseguraba el magistrado antes de dirigirse a los familiares de Lidón: "Lo sabéis vosotros muy bien porque sufrís la realidad de que nadie ha sido juzgado como autor del asesinato de José María Lidón".