MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
"He observado mucho en el flamenco el uso de la voz, y eso me ha ayudado mucho en el teatro", afirmó Rafael Álvarez "El Brujo", con motivo de la presentación de la obra 'El Testigo', de Fernando Quiñones, en colaboración con colaboración con el Centro Andaluz de Teatro (CAT), que se estrena en el Teatro Alcázar de Madrid donde permanecerá en cartel hasta el 14 de marzo.
En la vida de Rafael Álvarez, el flamenco ha sido muy importante y, como señaló, en el escenario se habla de forma expresiva y los cantaores tienen la capacidad de mover al público con la voz, "algo que pasa poco con el teatro". En su casa su madre cantaba saetas y su padre "era un flamenco de aquellos de casino provinciano", por lo que destaca que conocerlo le ha servido para subir al escenario.
En esta ocasión, "El Brujo" se enfrenta a 'El Testigo', un relato escénico en torno a la vida y las miserias del cantaor Miguel Pantalón, en la que convergen diferentes elementos del universo de Fernando Quiñones, como es la caleta gaditana, el duende del cante, la idea de ser poseído por los ancestros o el nervio gitano.
Según señaló este miércoles el artista, en la obra de Quiñones, Juan, 'el testigo', le cuenta en un café a un interlocutor las anécdotas y vida de Miguel Pantalón. De esto ha creado un ámbito dramático en el que imagina que Juan está en el Teatro Falla de Cádiz, en un homenaje que le organizan a Miguel Pantalón después de muerto, y le invitan al escenario a hablar.
"Lo que Quiñones cuenta al interlocutor en su texto, en la obra teatral se transmite a todos los espectadores que llenan el teatro, para dar cuerpo teatral a un relato narrativo, por lo que se trata de una adaptación de las pautas del relato a lo teatral", explicó 'El Brujo'.
CAPACIDAD EVOCADORA DE QUIÑONES
El texto canta y cuenta, y expresa a través de un artificio poético y narrativo que es Juan, el testigo, las andanzas, vida y excentricidad del cantaor Miguel Pantalón. "Son personajes ficticios, que salen de la imaginación y de la experiencia de las noches de cante de Quiñones y su amor a Cádiz", explicó.
Por otro lado, el director y protagonista de la obra teatral destacó la capacidad poética y evocadora de Quiñones, y subrayó que "leyendo los textos de 'El Testigo' se escucha el cante sin que nadie esté cantando, sin guitarra y sin cantaor". "Quiñones tenía un perfeccionismo poético en sus textos, lo que hace que al leer esta obra suene el Cádiz de los años 50 ó 60", manifestó.
En este sentido, El Brujo aprovechó para destacar la ciudad de Cádiz, a la que calificó de lugar "maravilloso", ya que "como esta ciudad no hay nada". "La gente está tocada por un ángel especial, tiene una música, sentido del humor e inocencia maravillosas, que en otros lugares de Andalucía no pasa, y en cierta medida recuerdan a los cubanos", dijo.
MIGUEL PANTALÓN Y LA QUIMERA DEL QUIJOTE
En cuanto a Miguel Pantalón, Álvarez indicó que se trata de un "personaje quijotesco del cante", y si el Quijote representa a la quimera y Sancho al refrán, el protagonista es la quimera y el romance. "En el flamenco la soleá es la quimera, el cante a lo imposible, la confrontación con el mundo", manifestó, añadiendo en broma, que en política "Zapatero es la quimera y Rajoy es el refrán".
Según explicó "El Brujo", Miguel Pantalón es la expresión límite de la quimera, es un hombre que no tiene dónde quedarse ni tampoco qué comer, y que a pesar de ello no concibe cantar por dinero aunque se muera de hambre. "Es un Quijote del flamenco", subrayó.