MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, ha convocado para el próximo día 17 la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del partido en el que se votarán las condiciones que ha exigido Ciudadanos para negociar su apoyo a la investidura del líder del PP.
Según ha explicado Rajoy, ha dado ya instrucciones a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, para convocar esa reunión decisiva del Comité Ejecutivo, del que forman parte casi un centenar de miembros. No ha querido adelantar el voto que pedirá a su partido, pero sí ha subrayado hasta tres veces que el paso dado por Ciudadanos ha sido "positivo" e "importante".
Después del Comité, "y no antes", se sabrá la fecha de la investidura, aunque Rajoy ha vuelto a negarse a dar por hecho que se someterá al debate incluso si no tiene los votos suficientes para superarla. Eso sí, ha vuelto a decir que, si el PSOE de Pedro Sánchez no sale del 'No', la investidura es "imposible".
"Me gustaría que hubiera una investidura y que fuera pronto", se ha limitado a señalar, sin adelantar fechas. No obstante, sigue manteniendo su deseo de aprobar los Presupuestos Generales del Estado "en tiempo y forma", con lo que deben registrarse en el Congreso, como tope, el 30 de septiembre, según la Constitución. Y también pretende cumplir el compromiso de enviar a Bruselas antes del 15 de octubre las medidas prometidas para controlar el déficit.
NUEVA REUNIÓN CON RIVERA Y A NEGOCIAR
Una vez tomada la decisión en el Comité Ejecutivo del PP, Rajoy volverá a reunirse con el presidente de Ciudadanos, sea el mismo día 17 o el 18, para informarle y, en su caso, poner en marcha la negociación entre los dos partidos.
Rajoy no ha querido comentar en detalle las condiciones que exige Albert Rivera hasta que las analice la Ejecutiva de su partido, ni siquiera la comisión de investigación sobre la financiación del PP, pero sí ha avisado de que algunas de ellas implican cambios "de calado" que afectan a la Constitución y a leyes orgánicas.
Y es que la supresión de aforamientos obligaría a modificar la Constitución, lo que exige un apoyo reforzado, y la reforma electoral implica tocar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) que requiere mayoría absoluta.
En todo caso, ha prometido que el PP será "absolutamente constructivo": "Nadie dijo que este proceso fuera a ser fácil, pero ni por mi ni por mi partido va a faltar voluntad de entendimiento", ha señalado en rueda de prensa.