Santamaría y Junqueras se reúnen en Moncloa
EUROPA PRESS

La vicepresidenta seguirá controlando el CNI y afrontará el debate sobre reformas como la de la Constitución o la ley electoral

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MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha sido reelegida como vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, en el que ahora se incorporan las competencias de Administraciones Territoriales, una de las novedades en el nuevo gabinete anunciado este jueves por Mariano Rajoy. El presidente deja en sus manos uno de los asuntos espinosos, las relaciones con Cataluña, de las que Santamaría se ha encargado en la última parte de la legislatura.

La vicepresidenta pierde la portavocía y asume la responsabilidad del trabajo con las comunidades autónomas y los ayuntamientos. Administraciones Públicas ha sido una secretaría de Estado del Ministerio de Hacienda dirigido por Cristóbal Montoro, que ha tenido unas relaciones complicadas con los gobiernos regionales a cuenta de la crisis económica, los problemas de financiación y los ajustes para reducir el déficit.

Pero las relaciones más difíciles han sido con la Generalitat de Cataluña. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría asumió al final del gobierno de Rajoy la interlocución con el gobierno catalán y se reunió en varias ocasiones con el vicepresidente, Oriol Junqueras. La última vez fue el pasado mes de julio y terminó con un acuerdo que permitió al Ejecutivo catalán la emisión de deuda.

Al mismo tiempo, Santamaría ha sido la encargada de anunciar los sucesivos recursos contra la Generalitat y el Parlamento catalán por el proceso soberanista que han emprendido y conoce bien la estrategia de Rajoy al respecto. El Ejecutivo catalán acusa a La Moncloa de 'judicializar' la política, mientras que el Gobierno defiende que se trata estrictamente del cumplimiento de la Constitución y de las leyes.

Rajoy ha dejado en manos de la vicepresidenta la responsabilidad de engrasar la relación con todas las comunidades, coordinar negociaciones y encauzar debates y discrepancias, pero el encargado de negociar con ellas la financiación y los ajustes seguirá siendo el Ministerio de Hacienda.

MANTIENE EL CNI Y LAS RELACIONES CON LAS CORTES

Santamaría mantendrá también en esta legislatura el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), han confirmado a Europa Press fuentes de Moncloa, un departamento del que se hizo ya cargo en 2011 cuando Rajoy la eligió como vicepresidenta y sacó el CNI del Ministerio de Defensa.

Al mismo tiempo, bajo su mando estarán de nuevo las relaciones con las Cortes, en una legislatura sin mayoría absoluta para el PP que le va a obligar a negociar constantemente con la oposición si quiere aprobar leyes. Para empezar, los próximos Presupuestos del Estado.

En este contexto, Santamaría tendrá que afrontar retos como la supuesta reforma de la Constitución, asunto estrella para casi toda la oposición, que quiere iniciar en el Congreso los debates para llevarla adelante. Reivindica su modificación también Ciudadanos, con el que el PP firmó un pacto de investidura.

En ese acuerdo, ambas formaciones se comprometen a "estudiar la actualización del texto constitucional para la mejora de la Norma Fundamental que ha deparado que la sociedad española haya disfrutado del más prolongado periodo de prosperidad de su historia".

Ese mismo acuerdo incluye una reforma de la ley electoral, en la que la formación de Albert Rivera exige un incremento de la proporcionalidad, listas desbloqueadas o la desaparición del voto rogado para los españoles que viven en el exterior.

PACTO DE ESTADO POR LA REGENERACIÓN

Y un asunto más que tendrá que afrontar Santamaría como responsable de Presidencia será impulsar el pacto de Estado por la regeneración democrática firmado también con Ciudadanos, partido que se mantiene muy reivindicativo en este terreno.

En la pasada legislatura, el Gobierno de Rajoy impulsó con su mayoría absoluta un programa de regeneración democrática para mejorar la lucha contra la corrupción que incluía medidas como la Ley de control económico-financiero de los partidos; la ley reguladora del ejercicio del cargo público; y la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno, tres normas que pilotó la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría

SANTAMARÍA, CON RAJOY DESDE EL AÑO 2000

Santamaría fue elegida vicepresidenta del Gobierno el 21 de diciembre de 2011, once años después de que el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la fichara como asesora en su gabinete, durante su etapa de vicepresidente con José María Aznar, que desempeñó entre 2000 y 2003.

Sáenz de Santamaría pasó de asesora a secretaria ejecutiva de Política Autonómica y Municipal y de ahí a portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, donde fue una de las mayores 'sorpresas' de la pasada legislatura. En todos estos años, se ha mantenido al lado del líder del partido, siendo una de las personas con las que tiene mayor confianza.

Su ascenso se plasmó también en los adelantos consecutivos que ha protagonizado en las listas electorales para los tres comicios a los que ha concurrido. En el año 2004 iba en el puesto 19 por Madrid y sólo ocupó un escaño después de que Rodrigo Rato dimitiera para ocupar la presidencia del Fondo Monetario Internacional (FMI). En 2008 ya pasó al quinto lugar y a las elecciones del pasado noviembre y fue en el número dos, por detrás de Rajoy.

Ha hecho toda su carrera política de la mano del actual presidente de Gobierno, a quien también asesoró durante su etapa como secretario general del PP y quien la aupó hasta la responsabilidad de la Secretaría de Política Autonómica y Municipal en el mismo Congreso en el que él llegó a la Presidencia de los 'populares'.

La diputada vallisoletana de 40 años adquirió notoriedad en la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero como responsable de las duras negociaciones que se mantuvieron en el Congreso con motivo de las reformas estatutarias, afrontando en las ponencias de estudio y después en la Comisión Constitucional el debate de las enmiendas 'populares'.

"EMPUJE E ILUSIÓN"

Después, tras las elecciones de marzo de 2008, Rajoy la designó portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, en sustitución de Eduardo Zaplana. Entonces, el líder del PP destacó su "empuje e ilusión", que consideraba "importante" en esos momentos, tras la segunda derrota consecutiva del partido en unas generales.

Con su designación como portavoz, Rajoy rompió con la herencia de Aznar y aunque al principio fue recibida con desconfianza por algunos diputados veteranos del grupo, se afianzó rápidamente en el puesto. A ello contribuyeron sus 'duelos' en el Hemiciclo con la exvicepresidenta primera del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega que, según se decía entonces en el partido, representaban la alternativa frente a una imagen "desgastada" del Gobierno.

La vicepresidenta del Gobierno tiene un hijo, que nació sólo nueve días antes de las elecciones generales del 20 de noviembre. La previsión es que naciera el mismo día de los comicios y por eso Sáenz de Santamaría reconoció que había solicitado el voto por correo.

Es Licenciada en Derecho por la Universidad de Valladolid y abogado del Estado. Además, fue profesora asociada de Derecho Administrativo en la Universidad Carlos III de Madrid desde 2002 hasta 2003.

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